Imágenes de páginas
PDF
EPUB

Los dichos izalcos, van subiendo tres leguas, hasta un lugar que se llama Apaneca, tan fresco y aun frio, como que es el estremo de los lugares dichos. Čójense en él granadas, membrillos, manzanas y duraznos, trigo y las demas cosas que á estas partes han venido de esos vuestros reinos.

En el mesmo alto, una legua del antedicho, está otro que se llama Ataco, del mismo temple y fertilidad, muy abundante de toda montería y caza, por los muchos y buenos montes que para ella tienen. Tuve noticia que habia en él venados de la forma de los que hay en la India de Portugal, é hice matar algunos, en que se hallaron algunas piedras, que probadas en enfermedades pestilentes, hacen el mismo efecto que las que se traen de la dicha India (32). Hay tambien un género de osos pequeños, que no tienen la boca como los de esos reinos, sino que en el cabo del hocico tienen un agujero pequeño y redondo, y para mantenerse proveyólos naturaleza de una lengua larga y acanalada, con que chupan y sacan la miel do quiera que la hallan, y cuando esta les falta, se van á los hormigueros, donde tendiendo su lengua como caño y agujero de otra cosa, engañadas las hormigas, éntranse y se hartan dellas (33).

Hay asimismo muchas dantas (*) de color blanco (34), pardo y bermejo, y muchos otros géneros de anima

(*) Dantas, animales cuadrúpedos de la magnitud de un muleto, que se cria principalmente en la parte occidental de la América Meridional.

[32] Una especie de cabro muy parecido al llamado bezoar, por tener una concrecion en el estómago que lleva este nombre: no existe en Centro-América. Talvez sea ésta una especie pequeña de venado, el Cervus rufinus Puch., llamado por los naturales Cabro de Monte.

La piedra bezoar es una concrecion que se forma en el estómago de la cabra bezoar (Capra aegragus Gmel.), que no existe en la India Portuguesa, esto es, en la India propia ni en la de más allá del Gánges, sino en el Cáucaso, Tauride, en Persia y en tierra de los Kirguises y Tártaros.

[33] Al oso hormiguero de que aquí se habla (Myrmecophaga jubata L.) no le falta el hocico, como dice Palacio, pero sí los dientes, porque como es bien sabido, éste pertenece á la familia de los edentados, de la cual hay algunos que solo tienen algunas muelas; otros no tienen ninguna clase de dientes.

[34] El color del tapir, que en Centro-América lleva comunmente el nombre de danta, difiere segun la edad del animal. La piel de los cachorros tiene unas fajas de color oscuro, que más tarde desaparecen. Los diferentes colores que se observan cuando son de más edad, provienen del color de las aguas estancadas en que les gusta bañarse, y por esta razon unas fajas son de color rojizo y otras de color negruzco. El tapir centro-americano es el Elasmognathus Bairdii Gill., especie diferente de la sud-americana.

les estraños y dañinos, y muchas yerbas y árboles de buenos efectos para la salud humana, esto es, gran cantidad de árboles de almáciga, dragos y de resina ánime (35).

Prosiguiendo en la visita deste lugar, y pidiendo razon de los menores y huérfanos, para saber el trato de sus personas y haciendas, me trujeron una niña de año y medio, huérfana de padre y madre que estaba en poder y la daba leche una vieja de más de setenta años (36). Eyo, admirado de que mujer de tanta edad tuviese leche, la hice traer delante de mí, é ví como la niña la mamaba. Averigüé allende que era de la dicha edad, que jamás habia parido, sino que al tiempo que tomó la dicha niña, movida de piedad y con ánimo de crialla, y porque no tenia quién la diese leche suficiente, la dió el pecho y la vino leche. Hícelo tomar por testimonio, y que se diese á entender á los indios cómo por la caridad que aquella mujer habia tenido, Dios.

[35] Almáciga ó lentisco, se llama un arbusto (Pistacia Lentiscus L.) que crece solamente en las costas del Mediterráneo, Argelia y Chipre, y del Atlàntico solamente en Portugal. El verdadero lentisco y el más apreciado, solo se extrae de Chio de una planta de allí mismo. En América no crece esta planta. Los árboles que Palacio designa bajo este nombre, son evidentemente de otra clase que producen una resina parecida. De éstos se encuentra aquí un gran número; pero no pudiéndose extraer sino pequeñas cantidades que los indios llevan al mercado bajo el nombre de Benjuí, se ha dedicado muy poca atencion al árbol de donde se obtiene, y son en consecuencia poco conocidos.

Dragos se llaman ciertamente los árboles que producen el jugo llamado sangre de drago; sin embargo en América no crecen los árboles que producen la verdadera sangre de drago del comercio, siuo en la India Transgangética, las Molucas y las Canarias. Solamente en las Antillas hay una papilionacea que produce una resina conocida en el comercio con el nombre de sangre de drago de las Antillas. A lo que Palacio dió el nombre de sangre de drago, fué al jugo solidificado de varias crotóneas, que no son conocidas en el comercio. En México y Centro-América son éstas el Cr. Draco Sch., y el Cr. Sanguifluus Seemann; estos árboles se llaman Targuá en Costa-Rica; en Nueva Granada, Cr. hibiscifolius Kth.

Los "árboles de ánime" de Palacio son varias especies de himéneas, principalmente la H. Courbaril L., de las cuales se extrae el copal de las Antillas llamado tambien Resina Anime. Se encuentra éste en Centro-América, con frecuencia en pedazos cristalinos de un color amarillo pálido; y lo llaman simplemente copal.

[36] Este es un caso parecido al que refiere Humboldt que observó en la América del Sur, donde aun dice que fuè un hombre de treinta años el que amamantó á su hijo durante cinco meses que duró la enfermedad de su madre. Por lo que se deduce que los canales de la leche obran en completa independencia de los órganos genitales; cosa que ya se ha observado con frecuencia en los animales. (Véase el Viaje de Humboldt á las Regiones Equinocciales. Edicion de Hauf. Vol. I. p. 310.)

habia sido servido de usar con ella aquella maravilla contra la órden comun, para que los indios se moviesen á misericordia, que lo han bien menester.

Del dicho lugar fuí á otro de vuestra Real Corona que se llama Aguachapa, de mediano temple, de la fertilidad y cazas dichas. Hácese en él la mejor y más galana loza, al modo de los indios que hay en estas provincias. Principalmente la hacen y es oficio de mujeres, las cuales la labran sin rueda ni instrumento alguno, sino que preparado el barro, lo adelgazan é igualan con las manos, de manera que hacen muy bien cualquiera vasija que les mandan. Hay en los términos de este lugar dos arroyos, y en el uno hacen los indios pozos y remansas de agua, en que se cria una nata y escremento, que beneficiado, se hace colorado como grana, y desto hacen y dan color á unos jarros que hacen muy curiosos; yo creo que es bolarménico (*), porque tiene las elecciones dél, y ansí mismo lo ha dicho un médico. Bebido, aprovecha al flujo de sangre, y háse probado en enfermedades pestilentes y aprovechado mucho (37). Débese creer que, si lo es, el agua do esto se nota pasa por algun minero del dicho bolarménico. En el otro arroyo, con la

(*) Bolarménico, es contraccion de bolo arménico, especie de arcilla muy fina y de color rojo más ó ménos encendido.

[37] Es muy probable, que la tierra roja, con la cual se da el cour rojo encendido á la vajilla de barro, como supone Palacio, sea verdaderamente bolarménico, porque tambien en Europa se destina éste á usos semejantes. En Costa-Rica tuve oportunidad de ver varias piezas de vajilla coloreadas con esta especie de tierra, que aún hoy dia se usa en Nicoya, donde se da á esta loza de barro un rojo muy hermoso: lleva esta tierra en Costa-Rica el nombre de "curío" y se distingue con los nombres de curio colorado y curio negro. Con el último se pintan varias figuras sobre el fondo rojo. El curio negro es una arcilla negra, rica en partes orgánicas que, al quemar la vajilla, se carboniza. El bol se distingue, de la arcilla fina del mismo color, en que no posee la plasticidad de ésta, y por esta razon no se emplea para fabricar la vajilla, sino para darle color.

La opinion de Palacio del modo cómo se produce el bol por medio de la fuerza de las corrientes que penetran entre las capas de esta clase de tierra, es de todo punto correcta. Se forma el bol principalmente por medio de la desintegracion del basalto, mientras que la arcilla, por la del feldspato. Segun nos ha informado el profesor Fuchs de Heidelberg, se encuentra éste en Habichtswald en pequeñas aglomeraciones; y asegura, que si hubiera en este lugar una fuerte corriente que las despedazara, resultaría en otro lugar el depòsito de bol que se iría reunióndo gradualmente.

misma órden, coxen otra tierra negra, con que dan muy buen color negro, aunque lavado se vacía.

Hay en el término del dicho lugar unos manantiales, que yo ví, de agua caliente, y tanto que quema, y tan diferentes en el color y nascimientos que espantan. Llámanle los indios el infierno (38), y no sin alguna semejanza; brota y sale el agua en espacio de un tiro de ballesta por muchas partes y con diversos estruendos, segun los órganos por do salen; unos hacen ruido, como suena un batan, otros como molino, otros como fuelles, otros como quien ronca, y de otras mill formas; en algunas partes sale el agua turbia, en otras clara, en otras colorada, en otras amarilla y de otros colores, segun los mineros de tierra por do pasan; y del humo que de allí sale, se hace un betun de diferentes colores, que parece podria servir para pintar los indios. Suelen

(38) El Infierno de Ahuachapan, uno de los muchos volcanes de Centro-América que arrojan lodo, por la circunstancia de encontrarse en el camino que conduce de Nicaragua, atravesando por el Salvador, á Guatemala, ha sido varias veces visitado por los viajeros.

El conocido clérigo inglés, Tomas Gage, visitó Aguachapan en el año 1637; pero no nos dice nada más de lo que ya habían escrito otros viajeros sobre este Infierno, pues por la prisa con que pasó por aquel lugar no pudo en persona hacer una visita que tanto le importaba como clérigo.

Una descripcion del panorama de aquella localidad se encuentra en las conocidas obras de Montgomery y Stephens; la visitó el primero en 1838, y el segundo en 1840. Ambos viajeros estuvieron en este volcan. Tambien en la obra del aleman Carlos Scherzer [1854], bajo el nombre de Aguas termales sulfurosas, nos da cuenta de estos volcanes de lodo, que los naturales designan con los nombres de hornillos, infiernillos y ausoles. Con la palabra auzcol designan los Mexicanos las fuentes termales y significa, de muchos colores, porque del residuo que arrojan las aguas á las orillas, se forman capas de tierra abigarradas. Siendo Centro-América muy rica en fuentes termales, aparece la palabra auzeol, muy á menudo, en los nombres de lugares, aunque ha sido corrompida por los Españoles en la de azul, y algunas veces tambien en la de sol; como por ejemplo, Pocosol, que es la corrupcion de pocauzeol, es decir, fuente termal de más arriba.

Más completa informacion sobre los auzcoles de Ahuachapan, nos la han suministrado los geólogos franceses Dollfuss y Mont-Serrat, que viajaron por Centro-América en los años 1865 y 1866; y que en su obra recien publicada [Mission scientifique etc. Paris 1868] nos comunican el resultado de sus experimentos. Segun estos naturalistas los auzcoles son verdaderos volcanes de lodo y de considerable extension. [Th. Gage, A. new survey of the West Indies. London, 1648. p. 183.-G. W. Montgomery. Narrative of a Journey to Guatemala. New-York, 1839.-Stephens, Incidents of travels in Central America. London, 1842. Vol. II. p. 67.— C. Scherzer. Wanderungen durch die mittelamerikanischen Freistaaten Nicaragua u. s. w. Braunschweig, 1857. p. 492.-Jahrbuch für Mineralogie etc. von Bronn und v. Leonhard, 1869. p. 793.]

llevar sus ollas de elotes (*) y de carne y cocellas en algun respiradero de aquella agua. Y habrá tres años, que pasando un muchacho por el dicho lugar, se le sumió y hundió una pierna en un pantano desta agua, y aunque le socorrieron luego, dejó la carne de toda la pierna, y sacó el hueso y niervos mondos y limpios, y murió otro dia siguiente.

Despues de todas estas fuentes se hace un rio, que llaman el rio caliente, que aunque sale por debajo de la tierra más de media legua de este lugar, ha acontecido pelar los piés á un caballo y mancalle.

Dos tiros de arcabúz, cerca de una sierra que allí está, hay otros respiraderos de agua caliente, y está una piedra de cinco varas de largo y tres de ancho, hendida por medio, por cuya hendedura sale siempre cantidad de humo; y llegándose á ella, se oye el más horrible y espantoso ruido que se sabe. Y acontece muchas veces, cuando los tiempos andan revueltos, que salen por allí unos bramidos y truenos, que se oven media legua alrededor, cosa por cierto que admira. En el monte donde esto está, hay grandes y gruesos árboles y un género de robles con grandísimas bellotas, de que los muchachos hacen tinteros, é yo tengo una concha de las dichas bellotas, que tiene tres dedos de grueso (39). Hay en los términos deste lugar escorpiones tan grandes como gazapos, é un género de sapos menores que ranas, que saltan por los árboles y se tienen como pájaros [10]. En tiempo de

(*) Elote, lo mismo que maiz tierno.

[39] Tanto en Centro-América como en México, en las altiplanicies nás elevadas de las montañas, son los robles los árboles que más predominan, y por esta razon marcan el carácter de la vegetacion. De toda la América, México es la que posee más diferentes clases de robles, pero tambien abundan en Centro-América y en los Estados Unidos; en Nueva Granada hay solamente tres clases, y al Sur de la línea equinoccial, no hay ninguna.

Las clases que producen las bellotas más grandes son, el Quercus insignis Mart. et Gal. y el Q. Skinneri Liebm.; el primero abunda en Guatemala y México, el último en Costa-Rica, donde tambien los muchachos de escuela se sirven á veces de las cápsulas de las bellotas como de tintero. Las cápsulas del Q. insignis, tienen más de tres dedos de diámetro. (Véase "Chênes de l'Amérique tropicale", ouvrage posthume de F. M. Liebmann. Leipzig, 1869).

[40] Es probable que Palacio no haya querido significar con la palabra escorpiones los animales de este nombre, y se hace tanto más probable esta conjetura, cuanto que dice que son del tamaño de un conejo pequeño. Los escorpiones más grandes de Centro-América apénas alcan

« AnteriorContinuar »