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ESPOSICION RAZONADA

de los principales sucesos políticos que tuvieron lugar en España durante el Ministerio de 9 de Mayo de 1843, y despues en el Gobierno provisional, escrita por Don Joaquin María Lopez.

ADVERTENCIA PRELIMINAR.

Empecé á escribir esta obra á fines del año cuarenta y cuatro. En el anterior me habia hallado á la cabeza del Ministerio de Mayo,ły despues del Gobierno provisional. A poco de haber desaparecido este de la escena política, y de haberse declarado á nuestra Reina mayor de edad, se hizo sentir la reaccion mas injusta y mas cruel contra los hombres y contra las ideas liberales, y la persecucion, la violencia y la venganza, imprimieron su horrible sello sobre cada uno de los dias, sobre cada una de las horas de tan malhadada época. Yo habia sido colaborador y ejecutor de un designio noble, aunque funesto, estendiendo un velo de olvido y un manto de clemencia sobre pasados estravíos, y procurando incardinar la suspirada era de reconciliacion y de concordia. Pero la

ingratitud y la injusticia me hirieron, como á otros tantos, con su espada esterminadora, y fuí envuelto en la persecucion que sin motivo el mas remoto y con fines conocidamente maquiavélicos, se lanzó contra los señores Cortina, Madoz y otros esclarecidos patriotas. Terminado aquel período de luto, y cuando parecia haber remitido algun tanto la fiebre contínua que devoraba á los hombres del poder, busqué en la soledad y en el retiro, si no un consuelo á mis pesares, un preservativo al menos contra nuevas tropelías. Allí no se ofrecian á mi vista las escenas horrorosas del drama sangriento que se estaba representando; pero llegaban á mis oidos, y despedazaban mi corazon los ayes de los perseguidos, como resuena en la abandonada playa el grito desesperado del náufrago que se está ahogando.

Para fijar la exactitud de hechos mal conocidos ó siniestramente interpretados, y buscarme al mismo tiempo alguna ocupacion en mi vida melancólica y monótona, comencé este trabajo, de que pude adelantar una buena parte; pero trasladado despues á la córte, la necesidad de dedicarme al foro, de cuya profesion vivo casi esclusivamente, me robó muchas horas é interrumpió mis anteriores tareas. Entre tanto inserté en el Clamor Público el prólogo y el capítulo 15 de mi obra: el primero para hacer el reto mas general y mas provocativo á los hombres de todas las clases y categorías en el partido moderado, á fin de que dijeran si jamás ninguno de ellos se acercó al Ministerio de Mayo ni al Gobierno provisional con indicaciones de acomodamiento é inteligencia de ninguna especie: el segundo para poner en evidencia mis ideas respecto á lo que se llama la situacion, y para que se viera el insondable abismo que separa mis principios políticos de las teorías estériles y funestas de los que se apellidan conservadores.

Concluido ya este escrito, quise esperar algun tiempo á publicarlo, para dar lugar á que las pasiones entrasen en calma y la imparcialidad y la razon recobrasen su ascendiente y poder. Temia y temo aun que al despertar recuerdos enojosos, se avivasen los odios mal apagados, y que al proclamar la ver

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dad con noble independencia, se revelasen contra ella el amor propio ofendido y el ciego espíritu de bandería. Pero estos inconvenientes subsisten hoy y existirán probablemente mañana: las cosas marchan á mi ver á un desenlace tan pronto como triste, y yo no debo dejar ignorados sucesos que deben ser de todos conocidos. Están ademas en ello empeñados mi honor y mi palabra, y la palabra y el honor son antes que todo.

Harto perjuicio me ha ocasionado ya la demora en la publicacion. Habia empleado cinco estensos capítulos, que formaban la mayor parte de la obra, en tratar de la reforma constitucional hecha por las actuales Córtes, y habia dado á mis ideas sobre este punto toda la estension y toda la libertad que permite el exámen mas analítico y rigoroso. Sancionada como lo ha sido últimamente aquella reforma, y formando ya parte del Código fundamental de la nacion, no me es lícito hablar sobre ella en los varios puntos de vista en que yo la consideraba, y han tenido que desaparecer de mi trabajo los tratados que debian hacerlo mas útil é interesante, y en que yo habia puesto mas esmerada atencion. Hasta en esto me ha perseguido la suerte. Así, una obra que era algun tanto voluminosa, ha venido á quedar reducida á muy pocas páginas.

Pero si por este lado he perdido, creo haber ganado en punto á oportunidad. Las distancias se van estrechando cada dia, y es tanto mas patriótico y honroso, cuanto mas arriesgado, hacer frente con la razon á un poder que encuentra la respuesta á todas las razones en el título insultante de su omnipotencia. Decir la verdad es espuesto aun en tiempos serenos y bonancibles. Decirla á despecho de un gobierno, cuando este se halla en el punto culminante de su delirio y levantado el brazo que fulmina las persecuciones y el esterminio, es entregarse á todas las consecuencias de la saña reaccionaria.

Estamos presenciando tropelías inauditas. Escritores públicos acaban de ser arrancados del seno de sus familias por la órden arbitraria de un ministro. Los tribunales han presenciado en silencio este sacrilego insulto que se ha hecho á su auto

ridad, y en tanto las víctimas relegadas á remotos climas, sin formacion de causa, sin defensa y sin legal fallo, sufren su desgracia y exhalan sus suspiros entre los sordos rumores de -una reprobacion universal. ¿Qué defensa, qué escudo queda ya å la inocencia? Ninguno y yo reconozco esta verdad desconsoladora al tiempo de arriesgar mi publicacion. Seré acaso por ella nuevamente perseguido. No importa: hay épocas en que las persecuciones honran, y yo deberia estrañar la que se me lanzára menos que otros, porque estoy mas acostumbrado á ver arbitrariedades, y porque tambien las ilusiones y la fatalidad suelen tener su espiacion.

PRÓLOGO. ·

Cuando á fines del año 1843 cambió el semblante de nuestra marcha política, merced á la intriga y á la ingratitud mas negra, y aparecieron en la escena ideas y hombres reaccionarios que hicieron temerlo todo en daño de la libertad, creí que era de la obligacion y del interés de los individuos que formaron el Gobierno provisional, y antes el Ministerio de 9 de Mayo, escribir una historia sucinta, pero exacta, de los principales sucesos que abrazaron aquellas épocas. La necesidad de descanso despues de unos meses de tanta inquietud y ansiedad; la persecucion injusta de que fuí víctima en Febrero inmediato; y luego el estado de mi salud, que me hizo salir de Madrid para tomar baños, me impidieron por algun tiempo realizar aquel pensamiento. Hoy pongo la mano á mi obra desde la oscuridad y el retiro á que me ha traido el prudente recelo de que pudieran en otra posicion menos aislada repetirse en mi persona iguales ó parecidos atentados.

No escribiré una obra estensa, tanto porque deseo la mayor circulacion, y esta no se concilia fácilmente con lo voluminoso de un escrito, como porque carezco de libros, papeles y demás datos tan necesarios para un trabajo detenido. Me encuentro reducido á mi memoria y entregado solo á los recuerdos amargos de una época señalada por la generosidad y por la justicia, pero que ha

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