Coleccion de discursos parlamentarios, defenses y producciones literarias, Volumen6 |
Dentro del libro
Resultados 1-5 de 50
Página 6
Cualquiera que le hubiera visto en aquella actitud de indiferencia y abandono , lo hubiera tenido por el emblema del dolor . Acerquéme a él y le dije : -El mismo motivo nos ha reunido sin duda en este sitio . Deseo saber quién sois y si ...
Cualquiera que le hubiera visto en aquella actitud de indiferencia y abandono , lo hubiera tenido por el emblema del dolor . Acerquéme a él y le dije : -El mismo motivo nos ha reunido sin duda en este sitio . Deseo saber quién sois y si ...
Página 9
Y cuando cediendo al destino que me lleva de una parte á otra como la hoja seca del bosque , tengo que dejar de nuevo aquellos lugares santificados por el dolor , en las altas horas de la noche que precede á mi partida , me dirijo ...
Y cuando cediendo al destino que me lleva de una parte á otra como la hoja seca del bosque , tengo que dejar de nuevo aquellos lugares santificados por el dolor , en las altas horas de la noche que precede á mi partida , me dirijo ...
Página 10
afectuoso : tú sabes cuánto he sufrido por tí ; porque en medio de mi estudiada reserva , ha salido , no pocas veces , mi dolor al labio . Yo necesitaba decirte mil ideas , mil pensamientos de amor ; hacer el último sacrificio ...
afectuoso : tú sabes cuánto he sufrido por tí ; porque en medio de mi estudiada reserva , ha salido , no pocas veces , mi dolor al labio . Yo necesitaba decirte mil ideas , mil pensamientos de amor ; hacer el último sacrificio ...
Página 14
La tristeza traspora por sus pensamientos , y se conoce que el dolor le ha derramado en el corazon su copa envenenada . ¡ Mortal feliz y desventurado á la vez ! Yo comprendo bien la causa del opaco tinte que resalta en tus poesías .
La tristeza traspora por sus pensamientos , y se conoce que el dolor le ha derramado en el corazon su copa envenenada . ¡ Mortal feliz y desventurado á la vez ! Yo comprendo bien la causa del opaco tinte que resalta en tus poesías .
Página 16
No podemos ver un sepulcro sin que venga á quebrarse en nuestros oidos el tétrico susurro del ciprés que sobre él se mece , ó á entristecer nuestra vista la melancólica adelfa y la amarillenta rosa , emblema con sus espinas del dolor á ...
No podemos ver un sepulcro sin que venga á quebrarse en nuestros oidos el tétrico susurro del ciprés que sobre él se mece , ó á entristecer nuestra vista la melancólica adelfa y la amarillenta rosa , emblema con sus espinas del dolor á ...
Comentarios de la gente - Escribir un comentario
Las opiniones no están verificadas, pero Google revisa que no haya contenido falso y lo quita si lo identifica
Crítica de los usuarios - Marcar como inapropiado
Tomo VI
Términos y frases comunes
acaso alma amor autoridad buena busca cabeza camino cargo causa Chateaubriand cielo cion conocer Constitucion continuar corazon Cortes creo cuadro cuerpo dado debe decir decretos deja derecho deseo desgracia despues destino dias dijo dirige dolor duda Elisa embargo encontrado entonces esclusivamente españoles esperanza estaba felicidad fijar fuerza género habia hablar hallaba hijo horas hubiera ideas individuos intereses junta libertad libre llama llegar lleva madre mando marcha Mayo medio mejor Ministerio ministros mirada modo momento muerte muger mundo nacion nacional noche nombre nuevo Núm objeto ojos opinion órden padre pág pais palabra parece paso pensamiento pensar perdido poco poder podia política presente primera principios profundo pronto provincias provisional pública pudiera pueblo punto queda quiero razon recibir recuerdos reina respeto resultado saber salir seguridad Senado sentimiento sentir silencio situacion tambien tenia tenido término tierra tomo trabajo último veces venido verdad vista vivir voluntad volver
Pasajes populares
Página 26 - ... de sus riquezas: Ese es el cuerpo de Grisóstomo, que fue único en el ingenio, solo en la cortesía, extremo en la gentileza, fénix en la amistad, magnífico sin tasa, grave sin presunción, alegre sin bajeza: y finalmente, primero en todo lo que es ser bueno, y sin segundo en todo lo que fue ser desdichado.
Página 319 - Yo trasladaré el cetro de las Españas á manos de la REINA, á quien le ha dado la ley, íntegro, sin menoscabo ni detrimento , como la ley misma se le ha dado.
Página 402 - Tengo la mas íntima satisfaccion de que sea un deber para Mí, conservar intacto el depósito de la autoridad Real que se me ha confiado. Yo mantendré religiosamente la forma y las leyes fundamentales de la monarquía, sin admitir innovaciones peligrosas, aunque halagüeñas en su principio, probadas ya sobradamente por nuestra desgracia. La mejor forma de gobierno para un pais es aquella á que está acostumbrado.
Página 246 - Ningún español puede ser procesado ni sentenciado sino por el Juez ó Tribunal competente en virtud de leyes anteriores al delito y en la forma que éstas prescriban.
Página 362 - De Real orden lo digo á VS para su inteligencia y cumplimiento. Dios guarde á VS muchos años.
Página 303 - Los senadores son nombrados por el Rey a propuesta en lista triple, de los electores que en cada provincia nombran los diputados a Cortes.
Página 360 - ... alguna otra no lo haga en esta forma, por no serme posible en estas circunstancias mantener relaciones con quien no reconozca...
Página 270 - Magnifico espectáculo es el que presenta el pueblo español, dando asi al olvido las discordias pasadas, y llamando en derredor suyo á sus hijos, queridos siempre, pero desgraciados por la parte que les cupiera en los últimos trastornos políticos.
Página 286 - España y las grandezas del solio á que estaba acostumbrada desde que nació, antes que concitar la pelea entre sus gobernados. Sin embargo, entre estos personajes y el duque de la Victoria hay una inmensa distancia: que ni es hijo de reyes el soldado de fortuna, ni la fortuna que le encumbró premió en él al elevarlo, creaciones parecidas á las del genio de Bonaparte. Arruinar la patria por mandar quince meses, es un delito sin ejemplo en los fastos del mando.
Página 81 - Y es fuerte cosa que por ver que yo solo soy el que respeto a la Sede Apostólica y con suma veneración mis Reinos, y procuro hagan lo mismo los ajenos, en lugar de agradecérmelo como debían, se aprovechan dello para quererme usurpar la autoridad que es tan necesaria y conveniente para el servicio de Dios y para el buen gobierno de lo que El me ha encomendado; y es bien al revés desto lo que usan con los que hacen lo contrario que yo.