Académico de la Real Academia de San Fernando, etc. VALLADOLID: Mendizabal, 4 LOS PRIVILEGIOS DE VALLADOLID I Los privilegios, mercedes y donaciones que los reyes concedieron a los pueblos, á las iglesias, a las abadías, á los vasallos, simplemente, siempre han sido conceptuados como timbres de gloria y como recuerdos honrosos que han sido cuidadosamente conservados como reliquia estimadísima de otros tiempos. Ningún valor más que el histórico, muchas veces, es cierto, inapreciable, tiene un antiguo pergamino, y pocos serán los que dejen de contemplarle con curiosidad, por lo menos, reconstituyendo momentáneamente el estado de cosas de otras edades, en las que si la autoridad real era indiscutible y omnimoda, también se mostraba eminentemente espléndida concediendo de continuo gracias, facilitando la vida municipal ó de las poblaciones con favores y acrecentando los dominios con donaciones que repercutian en la comarca y conspiraban á su bienestar y engrandecimiento. De entre todos esos favores reales que se prodigaron en la Edad Media, ningunos tan simpáticos y tan elocuentes como los concedidos á las villas y ciudades. No se trataba con ellos de encumbrar á Jinajuda familia, fiel servidora del monarca apurado ó necesitado; tampoco de acumular propiedades y reunir heredades a la sombra del monasterio, que absorbia todo, hasta el saber, en aquellos tiempos de ardiente fe religiosa; con ellos se premió la fide |