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padeció olvido, porque á la pág. 316, número 700, habia hablado de los poetas amorosos, y copiado del Infierno de Amor de Garci Sanchez de Badajoz este pasaje:

Vime entre los amadores
En el Infierno de amores,

De quien escribe Guevara, etc.

Y á la pág. siguiente alega á Gregorio Silvestre, poeta del siglo XVI, que en su Residencia de Amor, introduce cuatro enamorados, uno de ellos Guevara. De que inferimos, que en ese tiempo aun se conservaban las composiciones de este caballero, que desde entónces nadie dice haber visto. Yo puedo mostrar una que incluyó Fernan Martinez de Búrgos (*), escribano de la ciudad de este nombre, en una coleccion de varias poesías y memorias que formó en 1464, y amplió en 1465 en la titulada así:

(*) Fernan Martinez de Búrgos, autor de esta coleccion, У tambien poeta, vivió en aquella ciudad desde la mitad del siglo XV, como se ha visto. Era hijo de Juan Martinez de Burgos, que fué escribano allí, y de Catalina Martinez su mujer: los cuales desengañados del Mundo, se retiraron à la religion, dexando al hijo toda su casa y el oficio. El profesó la regla de Santo Domingo en el convento de Benfica en Portugal cerca de Lisboa, á donde corrió á tomar el santo hábito; y ella en Santa Clara de Zamora, juntamente con sus hijas Isabel y Leonor, que tambiem profesaron. Antes y despues fué el padre inclinado á la poesía pues nos muestra el hijo algunas de sus composiciones, que no serian despreciables entónces. Pero lo ejemplar es una carta llena de piedad y de instruccion, que le escribió á los 18 años de su ausencia sobre el modo de conducirse à una suerte de vida reformada y dar buenas costumbres, temor de Dios y enseñanza á sus hijos. Tiene 11 hojas y la falta otra.-F.

DECIR QUE FUé fecho al finamiento del dicho SEÑOR REY DON ENRRIQUE EN TOLEDO, EL CUAL FIZO DON PERO VELEZ DE GUEVARA.

La razon muy justa me faze é requiere, Que viva cuidoso, non sé decir quanto, Cada que me miembro de qual guisa fiere El mazo sin miedo de muy gran espanto. Quien ojos é orejas é seso toviere En su buena andanza, esfuérzese tanto Facer buenas obras en quanto pudiere: Lo al todo torna en voces é llanto.

Non ha muchos dias que, por ini pecado, En mis manos tove el gran Rey de España, Del alma é del reino desnudo é robado. Valer non le pudo toda su compaña ; Sofrir non se pudo desque fué llamado Que fuese á juicio, por arte, nin por maña, Delante el Juez que, sin abogado, Absuelve é condena en paz é sin saña.

El reino muy grande é señorío
En un punto solo le desanpararon:
Riquezas, tesoros, é su alto brío
Al plazo ninguno con él non llegaron.
De mi pobre seso con pobre alveldrío
Diré quien ó quales por él razonaron :
Los bienes que fizo, que sin desvarío
En vida nin muerte nunca le dejaron.

El fuése su vía, dexó nos con duelo,
Con mucha manzilla todos denegridos
De lágrimas vivas cobrimos el suelo.
A Dios enojaban nuestros alaridos:
Cóma de las uvas de su majuelo.
¿Qué le aprovechan voces nin ruidos?
Esto conturbado mucho mas que suelo,
Quando tales cosas oyen mis oidos.

Mi tiempo se gasta de noche é de dia,
Ordiendo una tela de muy mala trama,
Forzando é faciendo mucha robería,
A buenas personas dañando su fama.
Quien sobre mal pleito trabaja é porfía,
Nunca buena fruta sale de tal rama.
Pensando en las obras que fiz todavía
Non sé qué responda á Dios, si me llama.

ÚLTIMA.

Assí desta guisa mi corazon llora
E arde en llama que yace ascondida,
Que mis obras tales fueron fasta agora,
Onde la mi alma está mal traida.
Será venturoso quien á Dios adora:
Assi lo propongo facer en mi vida
Con buenas emiendas, temiendo la ora
Quando mandáre tañer de acogida.

Por conexion con el antecedente, y porque nuestra crónica quede mas ilustrada en esta parte, agregaré otros dos llantos hechos al mismo tiempo por la muerte de nuestro Rey D. Enrique III, que tambien se incluyen por Fernan Martinez de Búrgos en dicha su coleccion, con los epigrafes que pongo à la letra.

DECIR QUE FIZO FR. MIGUEL, DE LA ORDEN DE SANT JERÓNIMO, CAPELLAN DEL HONRADO OBISPO DE SEGOVIA DON JUAN DE Oterdesillas, quando finó EL REY DON ENRRIQUE III EN TOLEDO, EL QUAL DECIR ES MUY BIEN FECHO É ASAZ FUNDADO SEGUN LO REQUERIA EL ACTO SOBRE QUE ES FUNDADO.

Al grand Padre Santo é á los Cardenales,
Arzobispos, Obispos é Arcedianos,

E á los Patriarcas, é Colegiales,
Deanes, Cabildos, é otros cercanos,
A Fraires é Monges é los Ermitaños,
A Sabios letrados, Doctores agudos,
Poetas, Maestros, tambien á los rudos,
A ricos, á pobres, enfermos é sanos.

A todo el mundo en universal,
A Emperadores, é Reys, Infantes,
A Duques é Condes, Linaje Real,
Maestres, Cabdillos, é mas dominantes,
Alcaldes, Merinos é Jueces estantes,
Mayores, menores, que me oirán;
A todos los omes que son é serán,
Oid la mi carta, é sed muy pesantes.

De mi Don Enrrique non Rey de Castilla,
Nin Rey de Leon, nin Rey de Toledo,
Nin Rey de Gallizia, nin Rey de Sevilla,
Pues Rey nin Señor llamarme non puedo:
A todos los dichos invío grand miedo,
Terror é espanto: Sabed por salud,

1

Que preso de muerte en un ataud
Yago en Toledo á mi pesar quedo.

A todos escribo la mi grand querella
Dolor é quebranto é mi descompuesto.
El reluciente lanzó la centella

De su grand altura poniendo requesto.
Assí que del todo me veo dispuesto (1)
De honras, poderes, é bienes, tesoros,
Christianos, judíos, paganos, é moros;
Ved si podedes vengar mi denuesto.

De mi señorío, que es ya pasado,
Segund todos vistes, vos maravillad,
Que fué tan temido, servido, é famado,
E que logar ovo tambien lo pensad.
Agora en la fiesta de la Navidad
De todo perdido posiéronme á robo.
Quien fueron é quales sabed, que los trobo.
Es cosa terrible; mas vos escuchad.

Mi fijo Don Juan, que es de mis lomos,
Alzóseme luego é puso pendon.

Ved que mundo malo; catad lo que somos!
Cercóme el Infante con grand turbacion.
Los Condes é Grandes de un corazon
Con toda Toledo fecieron un lecho,
Despues un arcaz angosto é estrecho,
Á dó me encerraron de fuerte presion.

(1) Lée depuesto.-F.

TOMO XX.

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