I. Juicio de los miembros de la Universidad I. S. Don Justo Donoso obispo de Ancud y frai Domingo Aracena maestro de la estricta observancia de predicadores, integrando la comision nombrada por la facultad de teolojia y ciencias sagradas de la Universidad nacional para informar sobre esta última parte de la Historia propuesta como tema por ella misma. Santiago, setiembre 5 de 1848. La comision que por acuerdo de 7 de agosto último se sirvió nombrar la facultad para que informase si es acreedora al premio de la Universidad una obra cuyo título es: Historia de la iglesia de Chile que se ha presentado sobre el tema: «Un trabajo sobre la Historia Eclesiástica del pais que abrace desde principios del siglo 18 hasta la muerte del ilustrísimo señor Maran,» propuesto por la misma facultad para el presente año, se ha ocupado detenidamente en examinar la obra espresada, y el resultado de su exámen es el siguiente: Esta obra comprende la tercera parte de la Historia presentada a la facultad el año próximo pasado, que que obtuvo el premio designado por cuanto llenaba sobradamente el objeto del tema de dicho año. La presente comision qne tuvo el honor de informar sobre la primera y segunda parte de la Historia mencionada, tiene tambien ahora la satisfaccion de asegurar que la tercera parte que se ha presentado guarda perfecta armonía con las dos primeras. Ella es trabajada por el mismo autor, y observa constantemente el mismo plan que adoptó en las secciones anteriores. En el informe de estas, se espresó la comision de la manera siguiente: «El sistema que observa el autor en la distribucion de las materias, es el de la Historia de Ducreux. Enlazados casi siempre los acontecimientos políticos con los religiosos, tege sucintamente la historia de aquellos para la mas completa inteligencia de estos, sigue paso a paso la marcha del establecimiento del cristianismo en el pais: enumera los progresos, las vicisitudes y los contratiempos de los ministros evangélicos que lo introdugeron y propagaron, cuya serie prolijamente describe, sin omitir ninguno de aquellos pormenores que interesan á la historia, despiertan la gratitud de las edades futuras, y sirven de estímulo á la imitacion. Habla de la fundacion de misiones entre los indígenas y de las tentativas que se han hecho á efecto de convertirlos. Describe la biografía de los prelados diocesanos: presenta el cuadro de las órdenes regulares, delínea sus progresos, sus alternativas sus servicios, y termina su trabajo con una coleccion de documentos selectos y notables que comprueban varios puntos de su Historia.» Estas observaciones que en 1847 se sometieron al juicio de la facultad, se reproducen ahora respecto de la obra de que se trata, por cuanto las comprende todas. El autor estendiéndose sobre los límites demarcados por el tema, continúa su narracion desde principios del siglo 18, y la conclu ye en el año de 1810. |