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obras manuales. S. Antonio y sus cinco mil monjes, asi como todos los que despues imitaron la vida monástica ó del yermo empleaban parte del día en obras de mano: teger esteras, hacer calzado, remos, botes ó pequeñas embarcaciones y otros trabajos semejantes. Nuestro Padre S. Agustin deseaba que sus monjes dedicaran tambien algunas horas del día, al trabajo manual; y asi lo practicaron nuestros predecesores. Verdad es que el espíritu de la época respectiva varió el carecter del trabajo corporal, pero las Corporaciones monásticas de Filipinas, que conocían la incapacidad del indio para la ciencia, y deploraban los perniciosos efectos de esta, mal digerida por los indígenas; si no podían sustraerse á la acción de los Gobiernos, á la influencia de la opinión, á la presión de los tiempos debieron haber desviado por medio de sus Religiosos Párrocos la tendencia de los indios á los estudios literarios, y haberla dirigido á los de pura imitación, para lo cual, forzoso es reconocer, y lo hacemos gustosos, que el indio filipino tiene excepcionales disposiciones. Y á la par que se fundaba la Universidad, y se habilitaban Colegios, debieron haber facilitado á los indigenas escuelas y talleres, los que hubieran obtenido la preferencia de aquellas inteligencias cortas, torpes y perezosas, con mayores beneficios para el país y menos daños para todos. Los Monasterios todos fundados por S. Basilio Magno tenían á su cargo una escuela elemental superior y otra de Artes y Oficios agregada á aquella. Este debió ser el modelo de las Ordenes Religiosas en Filipinas á pesar de los Gobiernos de la Metrópoli;

de las exigencias de la opinión manifiestamente extraviada en este punto y del espíritu de la época, que no podía influir en aquel pais especialísimo por su constitución, naturaleza, costumbres y gobierno. Si asi hubieran procedido las Corporaciones Religiosas, bien penetradas de su misión cristiana y civilizadora no hubiera sido tan númeroso el contingente de H. H. tres puntos de escuadra y mandil, que salieron de las aulas de los Colegios, y fueron los Cabecillas y principales revolucionarios que traicionaron á la madre patria y fueron tambien los mayores enemigos de los que les habían enseñado lo poco bueno que sabían.

El colera morbo que en 1882 hizo estragos en el Archipiélago filipino dejó en la más triste orfandad á muchos niños de ambos sexos y de todas las razas, los cuales abandonados y sin recursos, vagaban por las calles implorando la caridad pública. Las damas españolas conmovidas por el espectáculo desconsolador que ofrecían tantos niños haraposos y hambrientos formaron una junta, de la que salió una comisión que se presentó al Gobernador General en súplica de alivio y refugio para aquellas criaturas desamparadas. El Gobernador citó á los Provinciales de las Órdenes Monásticas, como protectores natos de los desvalidos y creadores de los centros de educación y enseñanza en el país; solicitó de ellos apoyo y concurso, y el P. Provincial de Agustinos en representación de su Orden tomó á cargo de la Provincia del SSmo. Nombre de Jesús la manutención, educación y enseñanza de los niños huérfanos y abandonados. Habilitaron al

efecto los PP. Agustinos locales provisionales sitos en la calzada de S. Marcelino, en donde recogieron á los niños que vagaban por la ciudad de Manila y les dieron asilo en las barracas provisionales; pero careciendo éstas de condiciones higiénicas y de amplitud suficiente, trasladaron los niños á los bajos del Convento de Guadalupe, espaciosos y ventilados, en los cuales abrieron talleres de escultura y cerámica, pintura y modelado; y en donde permanecieron hasta el año 1892, en que fueron trasladadas las escuelas, talleres y niños al edificio de nueva planta construido al efecto en el pueblo de Malabon, el cual reunía todas las condiciones apetecibles de solidez, ornato, amplitud y hasta elegancia que podían desearse. En él enseñaban los PP. Agustinos á los huérfanos, además de las primeras letras, la pintura, dibujo, escultura, modelado; á impresores y encuadernadores; y por cierto que la imprenta fué comprada con los donativos voluntarios de algunos Religiosos, con las economías hechas en las doctrinas á fuerza de privaciones y de una vida pobre y mortificada. Conocemos á uno de estos Religiosos, respetable por su virtud ejemplar, que dió para este fin todos sus ahorros consistentes en dos mil pesos; y sentimos que, su humildad nos haya prohibido consignar aquí su nombre para que fuera bendecido por todos los que tuviesen noticia de una caridad y liberalidad propia de los hijos de un S. Agustín, que dió á los pobres hasta el lecho mortuorio; y propia tambien de los Sto. Tomás de Villanueva, padre de los pobres. Este asilo de la orfandad y del infortunio aban

donado por sus fundadores para huir de la ingratitud de los revolucionarios, fué incendiado por las granadas que los Americanos arrojaron para desalojar á los indios rebeldes que en él se habían hecho fuertes; y saqueado despues por merodeadores chinos que arrancaron hasta las baldosas del piso bajo; un cargamento de las cuales fué sorprendido por la policía Norte-Americana en el río Pasig y devuelto á los Padres Agustinos: única indemnización que hasta la fecha han recibido.

Tambien á las niñas huérfanas extendían su caridad los PP. Agustinos: al efecto hicieron ir de la Península Hermanas Terciarias las cuales se encargaron de la educación y enseñanza de las niñas en el Orfanatrofio construido en Mandaloya á expensas de dichos PP. Agustinos, y en el cual más de trescientas niñas indias, mestizas y españolas recibían una educacion esmerada, tanto que sus labores en bordados, costura y elaboración de flores artificiales fueron premiadas en las Exposiciones de Madrid y Manila.

Tan excelente y esmerada era la educación que las huérfanas recibían en Mandaloya, que fué necesario acceder á los repetidos ruegos de familias pudientes en solicitud de que las Madres Agustinas Terciarias recibieran como pensionistas á las hijas de muchos Peninsulares y mestizos españoles.

SOS.

SUMARIO

Primeras calzados por los Religiosos. Los polos ó servicio personal. —Estado de la agricultura en 1565.-Su atraso Los Religiosos enseñan á los indios á cultivar la tierra y el uso del arado: los semilleros, la trasplantación y otras faenas agrícolas. - Los Religiosos introdujeron el cultivo del maiz y del trigo, calabaza, pepino, cebolla y otras —El cacao por un P Jesuita.-Los Religiosos enseñaron á los indios el uso del café Las propiedades tintoreas del añil descubiertas por el P Agustín Matías Octavio; su cultivo enseñado por los Religiosos.- Los molinos para exprimir la caña dulce y el modo de hacer el azúcar enseñado por los Religio– Progresos en la agricultura debidos á los Religiosos.-El telar, los algodones, la piña, la seda, los sinamays, el nito, el jusí - Los Religiosos hacen progresar la cultura intelectual y religiosa de los indios en el siglo segundo de la conquista - Diccionarios y gramáticas primeras por los Religiosos.— Escritores Religiosos Agustinos en los dos primeros siglos de la conquista, sobre diversas materias. - Diferencia notable en el estado social del país al finalizar el siglo diez y siete.-Los Religiosos centinelas de la patria; soldados de Cristo y de la patria en el peligro comun.-Sublevación de los chinos.- El Hermano Lego Fr. Antonio Flores. - Otra sublevación de chinos en 1639.-Los Religiosos dan la guardia en las puertas de la ciudad. - Los Párrocos de Batangas arman á sus feligreses y van á Manila en auxilio de la colonia.- Hacen lo mismo los Párrocos de Pampanga.- El P. Juan de Sosa se distingue por su ardimiento. - Otros Religiosos que se distinguen tambien.-Elogio de los PP. Agustinos por el ministro de campo D Lorenzo de Olaso.-Se rebelan los indios de algunos pueblos pampangos y son apaciguados por los Religiosos —Los pangasinanes apaciguados por los PP. Dominicos - Los ilocanos por los Agustinos.El P. José Polanco. -Los ingleses en_Manila; los Párrocos Religiosos particularmente los Agustinos arman á sus feligreses y los ponen á las órdenes de Anda.-Agustinos prisioneros; saqueo por dos veces del Convento de S Agustín: ingratitud de Anda - El indio rebelde Silang y los Párrocos Agustinos de Ilocos -Son felicitados por S M el Rey,

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