>>un supuesto Dios, lo cual sucede con frecuencia, >>efecto de su poca inteligencia, cuando se presenta al>>guno más listo que se lo hace creer, sacándoles de >> paso limosnas y regalos. «La religión puede y debe ser en Luzón y Bisayas >>un medio de Gobierno que ha de aprovecharse, y »justifica la necesidad de las órdenes religiosas, que >> deben civilizar y atraer á ella esa multitud de razas >>que aun están separadas y que solo con su auxilio >pueden dominarse y atraerse, por lo que, allí donde >>se creen con este objeto nuevas comandancias, ó se >> reunan rancherías, hay que contar con un misionero, >>y en este concepto he propuesto la creación de ciertas >> misiones con las cuales es de esperar que en pocos años >se consigan grandes resultados, produciendo hasta un >aumento de tributos é impuestos, aun cuando queden >>libres de ellos los nuevos cristianos durante diez años >> como está prevenido. Solo por medio de misioneros >>es como procuran civilizar todas las naciones... » A estos fines me he dedicado con afán, constitu>> yendo, por decirlo así, mi programa de Gobierno, pro>> curando adelantar la dominación, la civilización y la >>instrucción para que el país pueda disfrutar sucesi>>vamente cuanto antes de todas las ventajas de los >>pueblos cultos, pero siempre con el apoyo de las ór>> denes religiosas, haciendo presente constantemente >> al Gobierno de S. M. que los que otra cosa pidan son >>filibusteros, que desean la independencia del país »para la que son un poderoso obstáculo los religiosos >que en Filipinas ejercen la cura de almas. <<En un documento oficial decía en otra ocasión (1) >>se ha venido sosteniendo por los enemigos de las >>Comunidades religiosas que éstas son refractarias á >>todo progreso en la instrucción intelectual de estos > habitantes; mas yo, testigo de todo lo contrario, falta>>ría al más sagrado sentimiento de justicia si en forma > leal y terminante no consignara que, contra aquella >>absurda vulgaridad, he encontrado en ellas, sin ex>>cepción alguna, la más decidida y entusiasta coope»ración y apoyo en la evolución progresiva de la en>>señanza, hechos que consigno con singular satisfac>>ción, cual testimonio de mi profunda y sentida gratitud >>hácia tan respetables ministros evangélicos, que dentro » de su elevada misión espiritual, no han descuidado >> los altos intereses de la patria.» * ** El general D. Fernando Primo de Rivera en el párrafo Reformas de su Memoria dirigida al Senado, Agosto de 1898 dice: << Ordenes religiosas... Es innegable que aquí han >> prestado grandes servicios; que han extendido la fe >>cristiana; que han servido para desechar el error >>entre estas gentes, y que la civilización les debe mu>>cho, acaso todo. Creo que cumpliendo con sus debe>> res no tienen reemplazo; hay en ellos vicios, cometen >>abusos, es cierto, pero me parece que más obedece (1) Mando del general Weyler en Filipinas, 3.o parte, párrafo VIII, por Retana. >>esto á la costumbre que á la maldad de corazón... » No soy en esto pesimista, creo que los males pueden >> remediarse sin llegar á medidas extremas; la inmensa >> mayoría son buenos y dignos de consideración; prac>>tican la caridad y se hacen querer de los pueblos; un >>número exiguo son malos, pero la depuración del per>>sonal, y esto es lo gravísimo, es imposible.. <Debe ser objeto de meditación lo que aquí ha ocu>>rrido en todos los movimientos revolucionarios. El >>cura indígena ha tomado siempre una parte muy prin>cipal en la preparación y ejecución. En los anteriores, >> el de 1872, pueden considerarse las algaradas, más >> bien como movimientos religiosos que políticos; ya en >>el de ese año, conocido con el nombre de revolución >>de Cavite, apuntó claramente la idea separatista, y >>tres clérigos indígenas fueron el alma y dieron el >>verbo del movimiento. En el que estamos, puede ase»gurarse sin temor á equivocación, que el cura indí>gena ha sido el verdadero propagador de las ideas >>separatistas, recibiendo órdenes, ó inspirándose en >> las doctrinas de los centros de conspiración; y en >>cuanto á ejecución, son varios los que han tenido >>valor para seguir á los rebeldes, á los que ni por un >> momento abandonaban». INDICE lágs. CAPITULO I.-Sumario: - Introducción.-Orígen de las órdenes monásticas.-Su influencía en la cultura de los pueblos. -Edad antigua,—Edad media.-Edad moderna. Su extensión por el globo. CAPITULO II. - Sumario. —Filipinas. —Descubri- miento. Primeros Misioneros. -Religión y Gobierno del país. Estado social.-Número de habitantes. - Temor y desconfianza de los Cebuanos.-El Santo Niño. Los cinco PP. Agustinos de la expedición de Legaspi.---Guerras entre los indios y armas que usaban.--Los frailes creadores de todo lo útil y be- neficioso en el pais.-Los mediquillos indios.-Los Babailanes. El capitán don Pedro Mondejar y el P. Fr. Nicolás Puras.-Nacimientos, matrimonios y funerales. -Danzas y el colasisi.-Supersticiones.- Los tumaos, los nonos, los asuanes.-Hechicerías. CAPITULO III. - Sumario.-Primera iglesia en Fi- en Masbate instrucciones para Legaspi.—Vuelve Legaspi á Cebú, funda la ciudad y pone de Gobernador á Guido de Lavezares.-Legaspi en Manila.--Los Religiosos men- sajeros de paz entre indios y españoles.-Legaspi confía la conquista á los Religiosos. -Más Religiosos en 1571.-Constituidos en provincia los Agustinos eligen Provincial al P. Herrera. -Primera visita pro- vincial.-El P. Rada sucede al P. Herrera en el pro- vincialato. El sabio Mallat profeta sin pretenderlo. Conquista del país por los Religiosos sin disparar un tiro y sin efusión de sangre,-Guido de Lavezares pacifica Mindoro y otros pueblos con la influencia de los Religiosos. Los Religiosos en la vanguardia de Salcedo.-El P. Alburquerque se ofrece á penetrar en China como esclavo por servir á la Religión y á la patria. Los PP. Rada y Marín primeros embajado- res en China. El P. Rada cosmógrafo del Rey. - Servicios prestados por los Religiosos como españo- les. Llegan al país los PP. Franciscanos, Jesuitas, Dominicos y Recoletos. -Les ceden los PP. Agusti- nos provincias, pueblos, edificios y ornamentos sa- grados y son felicitados por Benedicto XIV y por el CAPITULO IV.--Sumario.--Debe aplicarse á las otras Religiones lo que digamos de la de los PP. Agus- Pags. |