hay algunos que tienen costumbre de decir su opinion tan resolutamente sobre qualquiera cosa de estas, dando sentencia difinitiva, que es enfado el oirlos, y mas tormento el esperarlos.

Hay otra suerte de hombres que todo se les vá en preámbulos y buena crianza, como si dixesen: Señor, vmd. me perdone si acaso no supiere significar esto; porque yo hablo groseramente segun mi poco saber. Estoy cierto, que vmd. hará burla de mí; pero por obedecerle no dexaré de decir lo que se me manda. Y tanto se están en esto, que qualquiera qüestion , por sutil que sea, se podria determinar con menos palabras de las que gastan en hacer tanto circunloquio.

Tambien son enfadosos, y mienten con los hechos muchos en su conversacion, ó en el tomar de los asientos, mos trandose baxos y humildes, y abatiéndose en las partes donde les es debido el primer lugar y mas alto, ellos todavía porfian á ponerse en el último grado, que es una fatiga grande ver el tiempo que se gasta en hacerles pasar adelante. Y muchas veces estais oyendo un Sermon ú otra cosa con mucho gusto y atencion, y mientras el Señor con rumor de buena

crianza anda en pié os está dando pesadumbre su venida, y ellos procuran vanagloriarse, y tomar posesion de humildes con esta fingida hyprocresía, porque mientras mas les ruegan, mas ván ellos retrayendose hácia atrás su poco a poco, que no parecen sino rocines que se espantan, y no quieren pasar adelante. Por esto los que son prácticos, viendo el daño que hace éste su desas osiege, ( por no quebrar el hilo de la conversacion) les es de menos inconveniente tomar el lugar ò asiento que se les ofrece, aunque sea el mejor, que no dar ocasion para aquel bullicio que por él se comienza à levantar. Y quando,entran ò salen de las tales conversaciones,tienen yá por mejor crianza los prácticos no hacer ninguna, salvo entrarse ò salirse de presto, aun sin des cubrirse las cabezas, ni despedirse de nadie , y no con solemnidad, y nunca aca bando como algunos hacen,

DE LAS CEREMONIAS.

Por lo que hemos dicho entenderé

mos, que las ceremonias superfluas se deben evitar, las quales fueron de los antiguos menos usadas que no ahora ya E

es

este vano uso que parece semejante á las mentiras, ò sueños que arriba diximos, por su mucha vanidad, le llamamos impropiamente ceremonia, pues antiguamente las ceremonias se tomaban por aquella solemnidad que los Sacerdotes usa ban al rededor de los Altares, y en los Divinos Oficios acerca de Dios, y de las cosas Sagradas. Y hase usurpado este nombre despues acá, que los hombres se comenzaron à reverenciar unos con otros con artificiosos modos, inclinandose y torciendose de lado con reverencias, en señal de acatamiento, descubriendo sus cabezas, y llamandose señores, y otros titulos extraordinorios : beşandose las manos como si las tubieran sagradas, ò fueran Sacerdotes; y alguno viendo esta costumbre tan nueva y tan impertinente, la llamó ceremonia, por frasis nueva,ò manera de decir, asi como llamamos tainbien triunfar, por via de burla, el beber y comer, y regocijarse..

Son, pues, las ceremonias si queremos mirar la intencion de aquellos que las usan una vana significacion de honra y reverencia, acerca de aquel à quien se hace acatamiento, y está puesta, asi en el semblante y menéo, como en las pala bras

bras con titulos y ofertas; y digo vana, en quanto nosotros honramos con la vista y apariencia à aquellos que con el corazon no les hariamos acatamiento y con todo eso la usamos por no salir de la costumbre, y á unos llamamos el Ilustre ò el muy Ilustre Señor Fulano, y à estos nos ofrecemos por sus servidores y criados à los que no es nuestra intencion de servir. Y asi, no solo tengo por mentira las ceremonias semejantes; pero por una cierta falsedad y traícion. Y andan de tal suerte estas tales en estos titulos de ilustre, y los demás ceremoniosos, (de quien ibamos diciendo) que sin mirar à los meritos, ni à la nobleza, ni al estado y calidad, los vemos poner à qualquiera que sea, tanto, que los oficiales no se distinguen muchas veces en la manera del trato y crianza que se usa con ellos de los nobles y calificados. Y asi como sea verdad, que antiguamente habia titulos determinados, y distintos del Papa, ò Emperador para cada uno; los quales no se podian dexar de decir sin hacer desacato al intitulado, ni menos se podian atribuir sin menosprecio à los que no tenian aquel privilegio: ahora en nuestros tiempos vemos, que se pueden usar mas libeE2

raly

ralmente los tales titulos y significaciones de honra; porque el uso es mas podero so señor, pues los tiene mas largamente privilegiados.

Este uso, que por defuera parece bueno, es por de dentro vano y consiste en semblantes sin afecto, y en palabras sin significacion, empero por eso no nos es licito mudarlo, ántes le debemos seguir, pues no es pecado nuestro, sino del siglo en que estamos aunque se debe hacer discretamente. Para lo qual se ha de tener consideracion, que las ceremonias y cumplimientos se hacen de tres maneras; es à saber, per utilidad, por vani dad, y por obligacion.

Por utilidad se entiende toda mentira que se dice por interés y provecho propio del que la dice , y ésta tal es fraude, ò pe cado, y deshonesta cosa, pues jamás se puede mentir honestamente: y este pecado cometen los lisongeros, los quales, (asi como cuentan del Camaleon, que se transforma en la color del lugar que le ponen asi tambien estos tales se contrahacen en forma de amigos, segun nuestras voluntades, qualesquiera que sean: no porque nosotros lo queramos, para que les demos algo; y no por agra

sino

dar