Galateo español: Affadido el Destierro de ignorancia ...J.F. Piferrer, impresor de S.M., 1796 - 305 páginas |
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... gastar , ( pues traía consigo la costa ) sino por vér en qué paraban los trages què en aquella sazon andaban los usos por la posta . Hombres todos nota dos , y rebeldes á lo que es policía , esti- ma , y buen cumplimiento . Tus vestidos ...
... gastar , ( pues traía consigo la costa ) sino por vér en qué paraban los trages què en aquella sazon andaban los usos por la posta . Hombres todos nota dos , y rebeldes á lo que es policía , esti- ma , y buen cumplimiento . Tus vestidos ...
Página 42
... gastar en ellas mucho tiempo y pala- bras solo por nuestro propio gusto ; co- mo algunos , que cebados del amor que tienen á sus hijuelos , no hablan de otra cosa que de ellos y de sus amas , dicien- do : El niño es tan bonito y me hizo ...
... gastar en ellas mucho tiempo y pala- bras solo por nuestro propio gusto ; co- mo algunos , que cebados del amor que tienen á sus hijuelos , no hablan de otra cosa que de ellos y de sus amas , dicien- do : El niño es tan bonito y me hizo ...
Página 45
... gastar el tiempo en ellos . DE LOS MENTIROSsos . Aunque lo que unque nos parezca , que ninguna cosa hay de menos momento que los sue- ños , con todo eso vemos otra mas vana y peor , como son las mentiras ; porque de el hombre ha visto ...
... gastar el tiempo en ellos . DE LOS MENTIROSsos . Aunque lo que unque nos parezca , que ninguna cosa hay de menos momento que los sue- ños , con todo eso vemos otra mas vana y peor , como son las mentiras ; porque de el hombre ha visto ...
Página 192
... gastar , mucha gente , abundancia de ar- mas y vituallas , y saber las condicio- nes del adversario . Quatro cosas importan mucho al Ca- pitan Descubrir el poder del enemigo , escoger las cosas que entretienen mucho tiempo la guerra ...
... gastar , mucha gente , abundancia de ar- mas y vituallas , y saber las condicio- nes del adversario . Quatro cosas importan mucho al Ca- pitan Descubrir el poder del enemigo , escoger las cosas que entretienen mucho tiempo la guerra ...
Página 195
... gastar largamente , y meterse varonil- mente à ganancias moderadas . Dominar , ò señorear .. Quatro suertes de hombres hay , que tienen gran deseo de señorear : Los po- bres por usurparse las haciendas de los ricos , los ricos por ...
... gastar largamente , y meterse varonil- mente à ganancias moderadas . Dominar , ò señorear .. Quatro suertes de hombres hay , que tienen gran deseo de señorear : Los po- bres por usurparse las haciendas de los ricos , los ricos por ...
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Términos y frases comunes
adonde agra algu alli amigos amor arca beber boca bres buen burlas calle Castromocho ceremonias Ciego cion contar contento conversacion costumbre criado debia decia decir delante despues dexar diciendo digo discreto dixo dixome donaire dumbre ello enojo entendimiento Esgueva estaba están estubo fuese Fulano Galatéo ganancia gastar gente gentil-hombre gracioso gusto habeis habia hablar hacienda hallan hijo honra LAZARILLO DE TORMES Lazaro longaniza luego mala mandó manera manos mejor menester mente meter mirar motes mozo muger mugeres mundo nadie Napoles nera noche oyen palabras parece paso poco podia podria Principe procurar provecho qual quales qualquiera quan quando Quatro cosas convienen Quatro cosas debe Quatro cosas nacen Quatro suertes queria quieren quisto racimo ratones recibe remedio respondió Reyna saber sacar Soldán tambien tenia Teseo traía trato tumbre Uatro veces venir vestidos vino visages zado
Pasajes populares
Página 6 - Y como me viese de buen ingenio, holgábase mucho y decía: —Yo oro ni plata no te lo puedo dar; mas avisos para vivir muchos te mostraré.
Página 2 - Mi viuda madre, como sin marido y sin abrigo se viese, determinó arrimarse a los buenos por ser uno dellos...
Página 17 - Era la risa de todos tan grande, que toda la gente que por la calle pasaba entraba a ver la fiesta; mas con tanta gracia y donaire contaba el ciego mis hazañas, que, aunque yo estaba tan maltratado y llorando, me parecía que hacía sinjusticia en no se las reír.
Página 54 - Este — decía yo — es pobre y nadie da lo que no tiene; mas el avariento ciego y el malaventurado mezquino clérigo, que, con dárselo Dios a ambos, al uno de mano besada y al otro de lengua suelta, me mataban de hambre, aquéllos es justo desamar y aqueste de haber mancilla.
Página 23 - Aquélla le cocía y comía los ojos y la lengua y el cogote y sesos y la carne que en las quijadas tenía, y dábame todos los huesos roídos. Y dábamelos en el plato, diciendo: — Toma, come, triunfa, que para ti es el mundo. Mejor vida tienes que el Papa.
Página 51 - ... Ahora, pues, come, pecador; que, si a Dios place, presto nos veremos sin necesidad. Aunque te digo que, después que en esta casa entré, nunca bien me ha ido. Debe ser de mal suelo; que hay casas desdichadas y de mal pie, que a los que viven en ellas pegan la desdicha. Esta debe de ser, sin duda, de ellas; mas yo te prometo, acabado el mes, no quede en ella, aunque me la den por mía.
Página 20 - Aun apenas lo había acabado de decir cuando se abalanza el pobre ciego como cabrón, y de toda su fuerza arremete, tomando un paso atrás de la corrida para hacer mayor salto, y da con la cabeza en el poste, que sonó tan recio como si diera con una gran calabaza, y cayó luego para .atrás medio muerto y hendida la cabeza.
Página 41 - Después desto, consideraba aquel tener cerrada la puerta con llave, ni sentir arriba ni abajo pasos de viva persona por la casa. Todo lo que yo había visto eran paredes, sin ver en ella silleta, ni tajo, ni banco, ni mesa, ni aun tal arcaz como el de marras. Finalmente, ella parecía casa encantada. Estando así, díjome: —Tú, mozo, ¿has comido?
Página 63 - Pues, estando en esto, entró por la puerta un hombre y una vieja. El hombre le pide el alquiler de la casa y la vieja el de la cama.
Página 54 - ... no me mantuviese, mas a quien yo había de mantener. Con todo, le quería bien, con ver que no tenía ni podía más. Y antes le había lástima que enemistad. Y muchas veces, por llevar a la posada con que él lo pasase, yo lo pasaba mal. Porque una mañana, levantándose el triste en camisa, subió a lo alto de la casa...