Galateo español: Affadido el Destierro de ignorancia ...J.F. Piferrer, impresor de S.M., 1796 - 305 páginas |
Dentro del libro
Resultados 1-5 de 32
Página 6
... ojos en el rostro , que parece que vén alguna maravilla , y hanse visto algunos , que quando están hablando con otro , se le pegan tanto , que le dan con el alien- to en el rostro , pues es cierto , que to- dos aborrecen el olfato de ...
... ojos en el rostro , que parece que vén alguna maravilla , y hanse visto algunos , que quando están hablando con otro , se le pegan tanto , que le dan con el alien- to en el rostro , pues es cierto , que to- dos aborrecen el olfato de ...
Página 14
... á manera de puercos con el ocico en la comida del todo metidos , y sin alzar la cara , ni re- bolver los ojos , y mucho menos las ma- nos de la vianda , y con entrambos carri- llos llos llenos , que es como si tañesen trom- peta 14 GALATEO.
... á manera de puercos con el ocico en la comida del todo metidos , y sin alzar la cara , ni re- bolver los ojos , y mucho menos las ma- nos de la vianda , y con entrambos carri- llos llos llenos , que es como si tañesen trom- peta 14 GALATEO.
Página 39
... ojos de los circunstantes , pues mas se sirve Dios de los corazones , que no de las apariencias , y en fin , procura ser antes el Publicano en tal lugar , reco nociendo su bajeza , que no el Fariséo .. 3 · Y si alguna cosa que vieres ...
... ojos de los circunstantes , pues mas se sirve Dios de los corazones , que no de las apariencias , y en fin , procura ser antes el Publicano en tal lugar , reco nociendo su bajeza , que no el Fariséo .. 3 · Y si alguna cosa que vieres ...
Página 41
... ojos á los que de ello tenian necesidad , y así llorando gua- reciesen de sus enfermedades : pero como quiera que sea , á nosotros no nos está bien entristecer los ánimos de las perso- nas con quien hablamos mayormente adonde se trata ...
... ojos á los que de ello tenian necesidad , y así llorando gua- reciesen de sus enfermedades : pero como quiera que sea , á nosotros no nos está bien entristecer los ánimos de las perso- nas con quien hablamos mayormente adonde se trata ...
Página 54
... ojos ; y luego preguntó otra dificultad allí al comun , de esta manera : Dígame ahora el Señor Castromocho , y vuesas merce- des á dónde va á parar el alma en sa- liendo de las carnes ? Castromocho res J pon ? pondió , diesen primero ...
... ojos ; y luego preguntó otra dificultad allí al comun , de esta manera : Dígame ahora el Señor Castromocho , y vuesas merce- des á dónde va á parar el alma en sa- liendo de las carnes ? Castromocho res J pon ? pondió , diesen primero ...
Otras ediciones - Ver todas
Galateo Español: Añadido El Destierro De Ignorancia Que Es Quaternario De ... Lucas Gracian Dantisco Sin vista previa disponible - 2022 |
Galateo Español: Affadido El Destierro de Ignorancia ... Lucas Gracian Dantisco Sin vista previa disponible - 2018 |
Términos y frases comunes
adonde agra algu alli amigos amor arca beber boca bres buen burlas calle Castromocho ceremonias Ciego cion contar contento conversacion costumbre criado debia decia decir delante despues dexar diciendo digo discreto dixo dixome donaire dumbre ello enojo entendimiento Esgueva estaba están estubo fuese Fulano Galatéo ganancia gastar gente gentil-hombre gracioso gusto habeis habia hablar hacienda hallan hijo honra LAZARILLO DE TORMES Lazaro longaniza luego mala mandó manera manos mejor menester mente meter mirar motes mozo muger mugeres mundo nadie Napoles nera noche oyen palabras parece paso poco podia podria Principe procurar provecho qual quales qualquiera quan quando Quatro cosas convienen Quatro cosas debe Quatro cosas nacen Quatro suertes queria quieren quisto racimo ratones recibe remedio respondió Reyna saber sacar Soldán tambien tenia Teseo traía trato tumbre Uatro veces venir vestidos vino visages zado
Pasajes populares
Página 6 - Y como me viese de buen ingenio, holgábase mucho y decía: —Yo oro ni plata no te lo puedo dar; mas avisos para vivir muchos te mostraré.
Página 2 - Mi viuda madre, como sin marido y sin abrigo se viese, determinó arrimarse a los buenos por ser uno dellos...
Página 17 - Era la risa de todos tan grande, que toda la gente que por la calle pasaba entraba a ver la fiesta; mas con tanta gracia y donaire contaba el ciego mis hazañas, que, aunque yo estaba tan maltratado y llorando, me parecía que hacía sinjusticia en no se las reír.
Página 54 - Este — decía yo — es pobre y nadie da lo que no tiene; mas el avariento ciego y el malaventurado mezquino clérigo, que, con dárselo Dios a ambos, al uno de mano besada y al otro de lengua suelta, me mataban de hambre, aquéllos es justo desamar y aqueste de haber mancilla.
Página 23 - Aquélla le cocía y comía los ojos y la lengua y el cogote y sesos y la carne que en las quijadas tenía, y dábame todos los huesos roídos. Y dábamelos en el plato, diciendo: — Toma, come, triunfa, que para ti es el mundo. Mejor vida tienes que el Papa.
Página 51 - ... Ahora, pues, come, pecador; que, si a Dios place, presto nos veremos sin necesidad. Aunque te digo que, después que en esta casa entré, nunca bien me ha ido. Debe ser de mal suelo; que hay casas desdichadas y de mal pie, que a los que viven en ellas pegan la desdicha. Esta debe de ser, sin duda, de ellas; mas yo te prometo, acabado el mes, no quede en ella, aunque me la den por mía.
Página 20 - Aun apenas lo había acabado de decir cuando se abalanza el pobre ciego como cabrón, y de toda su fuerza arremete, tomando un paso atrás de la corrida para hacer mayor salto, y da con la cabeza en el poste, que sonó tan recio como si diera con una gran calabaza, y cayó luego para .atrás medio muerto y hendida la cabeza.
Página 41 - Después desto, consideraba aquel tener cerrada la puerta con llave, ni sentir arriba ni abajo pasos de viva persona por la casa. Todo lo que yo había visto eran paredes, sin ver en ella silleta, ni tajo, ni banco, ni mesa, ni aun tal arcaz como el de marras. Finalmente, ella parecía casa encantada. Estando así, díjome: —Tú, mozo, ¿has comido?
Página 63 - Pues, estando en esto, entró por la puerta un hombre y una vieja. El hombre le pide el alquiler de la casa y la vieja el de la cama.
Página 54 - ... no me mantuviese, mas a quien yo había de mantener. Con todo, le quería bien, con ver que no tenía ni podía más. Y antes le había lástima que enemistad. Y muchas veces, por llevar a la posada con que él lo pasase, yo lo pasaba mal. Porque una mañana, levantándose el triste en camisa, subió a lo alto de la casa...