Galateo español: Affadido el Destierro de ignorancia ...J.F. Piferrer, impresor de S.M., 1796 - 305 páginas |
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... suertes de hombres hay , que con mucha facilidad alcanzan las amista- des : Los poderosos , los liberales , los be- nignos , y los afables . Quatro cosas traen la amistad : El be- neficio , la familiaridad , la conformidad de costumbres ...
... suertes de hombres hay , que con mucha facilidad alcanzan las amista- des : Los poderosos , los liberales , los be- nignos , y los afables . Quatro cosas traen la amistad : El be- neficio , la familiaridad , la conformidad de costumbres ...
Página 186
... suertes de hombres hay que contra su voluntad le hace beneficio : El deudor quando se les hacen pagar lo que debe , el niño quando le azotan me- reciendolo , el enfermo de tabardillo quan- " quando no le dexan dormir el frenéti co ...
... suertes de hombres hay que contra su voluntad le hace beneficio : El deudor quando se les hacen pagar lo que debe , el niño quando le azotan me- reciendolo , el enfermo de tabardillo quan- " quando no le dexan dormir el frenéti co ...
Página 194
... suertes de los hom- bres que alcanzan dineros : Engañadores , avaros , discretos , y curiosos . Quatro cosas se alcanzan sin dineros : El menosprecio de sí mismo , la nece- sidad , la carestía , y la enfermedad . Dificultad . Quatro ...
... suertes de los hom- bres que alcanzan dineros : Engañadores , avaros , discretos , y curiosos . Quatro cosas se alcanzan sin dineros : El menosprecio de sí mismo , la nece- sidad , la carestía , y la enfermedad . Dificultad . Quatro ...
Página 195
... suertes de hombres hay , que tienen gran deseo de señorear : Los po- bres por usurparse las haciendas de los ricos , los ricos por defenderlas , los agra- , viados por vengarse , y los buenos por defender la Ciudad : los primeros son ...
... suertes de hombres hay , que tienen gran deseo de señorear : Los po- bres por usurparse las haciendas de los ricos , los ricos por defenderlas , los agra- , viados por vengarse , y los buenos por defender la Ciudad : los primeros son ...
Página 198
... suertes de hombres son cono- cidos por excelencia : Salomón quando es llamado el Sabio , Aristoteles quando es llamado el Filosofo , Virgilio quando es llamado el Poeta , y San Pablo quando es llamado el Apostol : el primero nos amo ...
... suertes de hombres son cono- cidos por excelencia : Salomón quando es llamado el Sabio , Aristoteles quando es llamado el Filosofo , Virgilio quando es llamado el Poeta , y San Pablo quando es llamado el Apostol : el primero nos amo ...
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Términos y frases comunes
adonde agra algu alli amigos amor arca beber boca bres buen burlas calle Castromocho ceremonias Ciego cion contar contento conversacion costumbre criado debia decia decir delante despues dexar diciendo digo discreto dixo dixome donaire dumbre ello enojo entendimiento Esgueva estaba están estubo fuese Fulano Galatéo ganancia gastar gente gentil-hombre gracioso gusto habeis habia hablar hacienda hallan hijo honra LAZARILLO DE TORMES Lazaro longaniza luego mala mandó manera manos mejor menester mente meter mirar motes mozo muger mugeres mundo nadie Napoles nera noche oyen palabras parece paso poco podia podria Principe procurar provecho qual quales qualquiera quan quando Quatro cosas convienen Quatro cosas debe Quatro cosas nacen Quatro suertes queria quieren quisto racimo ratones recibe remedio respondió Reyna saber sacar Soldán tambien tenia Teseo traía trato tumbre Uatro veces venir vestidos vino visages zado
Pasajes populares
Página 6 - Y como me viese de buen ingenio, holgábase mucho y decía: —Yo oro ni plata no te lo puedo dar; mas avisos para vivir muchos te mostraré.
Página 2 - Mi viuda madre, como sin marido y sin abrigo se viese, determinó arrimarse a los buenos por ser uno dellos...
Página 17 - Era la risa de todos tan grande, que toda la gente que por la calle pasaba entraba a ver la fiesta; mas con tanta gracia y donaire contaba el ciego mis hazañas, que, aunque yo estaba tan maltratado y llorando, me parecía que hacía sinjusticia en no se las reír.
Página 54 - Este — decía yo — es pobre y nadie da lo que no tiene; mas el avariento ciego y el malaventurado mezquino clérigo, que, con dárselo Dios a ambos, al uno de mano besada y al otro de lengua suelta, me mataban de hambre, aquéllos es justo desamar y aqueste de haber mancilla.
Página 23 - Aquélla le cocía y comía los ojos y la lengua y el cogote y sesos y la carne que en las quijadas tenía, y dábame todos los huesos roídos. Y dábamelos en el plato, diciendo: — Toma, come, triunfa, que para ti es el mundo. Mejor vida tienes que el Papa.
Página 51 - ... Ahora, pues, come, pecador; que, si a Dios place, presto nos veremos sin necesidad. Aunque te digo que, después que en esta casa entré, nunca bien me ha ido. Debe ser de mal suelo; que hay casas desdichadas y de mal pie, que a los que viven en ellas pegan la desdicha. Esta debe de ser, sin duda, de ellas; mas yo te prometo, acabado el mes, no quede en ella, aunque me la den por mía.
Página 20 - Aun apenas lo había acabado de decir cuando se abalanza el pobre ciego como cabrón, y de toda su fuerza arremete, tomando un paso atrás de la corrida para hacer mayor salto, y da con la cabeza en el poste, que sonó tan recio como si diera con una gran calabaza, y cayó luego para .atrás medio muerto y hendida la cabeza.
Página 41 - Después desto, consideraba aquel tener cerrada la puerta con llave, ni sentir arriba ni abajo pasos de viva persona por la casa. Todo lo que yo había visto eran paredes, sin ver en ella silleta, ni tajo, ni banco, ni mesa, ni aun tal arcaz como el de marras. Finalmente, ella parecía casa encantada. Estando así, díjome: —Tú, mozo, ¿has comido?
Página 63 - Pues, estando en esto, entró por la puerta un hombre y una vieja. El hombre le pide el alquiler de la casa y la vieja el de la cama.
Página 54 - ... no me mantuviese, mas a quien yo había de mantener. Con todo, le quería bien, con ver que no tenía ni podía más. Y antes le había lástima que enemistad. Y muchas veces, por llevar a la posada con que él lo pasase, yo lo pasaba mal. Porque una mañana, levantándose el triste en camisa, subió a lo alto de la casa...