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anónimo han imputado al poder supremo el asesinato de Cañedo, la muerte de Vidal Fernández y otros, sin que tenga visos de verdad semejante calumnia. Los gobiernos de los Estados han sido víctimas de esa maldad á su vez, y los de Puebla, México y otros también se han visto manchados por el cieno inmundo en que mojan sus fuertes plumas. Hoy, pues, á más de otras veces, ha tocado al de mi mando ser el blanco de sus tiros y careciendo hasta del más leve fundamento, los descontentos con la actual administración que están filiados en ese partido, han inventando noticias, forjado planes y proclamas que ni han podido existir. Para que V. E. descanse en esta verdad bastará que vea esos documentos apócrifos que se han insertado en La Palanca y El Huracán y recuerde que este gobierno ha dado conocimiento al Supremo por el ministerio de su digno cargo, de todas las causas que iniciaban esta rebelión de Juchitán, y que se entere de las que últimamente la precipitaron y aparecen en los documentos (que en copia certificada) bajo los números 3 y 4 son adjuntos. V. E. con presencia de éstos y de los antecedentes que me permito recordarle, hará una debida comparación entre las causas ciertas y legítimas de la rebelión, y las que falsamente suponen el plan y la proclama de que me ocupo, y se convencerá de que entre la realidad y la inepta ficción, no hay un sólo punto de contacto. A más V. E. sabe, porque tiene las cons

tancias en la Secretaría de su despacho, que los juchitecos están en agitación para este motín desde el año de 48 en que descaradamente se dedicaron al robo de sales y ganado, á proteger el contrabando, á rehusar la obediencia á las autoridades y á negarse al pago de las contribuciones. V. E. sabe que este gobierno, más que benigno, solicitó del Sr. Echeverría por la mediación de V. E. algunás concesiones respecto á la sal en favor de los juchitecos, y que le fueron negadas. V. E. sabe que en tanto tiempo se han apurado las medidas de lenidad y de persuasión para curar estos males, impedir el robo, el asesinato, el contrabando, la inobediencia y el derecho que se habían arrogado últimamente de exigir arrendamientos á los pueblos y á algunos vecinos particulares, como Niño López, y que todo ha sido inútil. V. E.s sabe que éste y no otro es el plan de Juchitán y la causa del motín que se ha reprimido por la fuerza armada, solicitada por el gobierno de Tehuantepec, como aparece de la copia número 5. V. E. ve que esto no tiene objeto político ni jamás lo ha tenido, sin embargo habrá visto un plan y una proclama, aborto de los enemigos del orden, en que se le da á la rebelión objeto y fin político en que nunca Meléndez ha pensado. Estos hechos sobre los que llamo muy particularmente la atención de V. E., son una prueba más de mi verdad.

y

Habré sido difuso y tal vez molesto al referir á V. E. todos los sucesos que se enlazan, con

el último de que me pide informe; pero he querido ser franco y presentar como en un solo punto el fin de esa grita injusta que se ha lanzado contra las autoridades del Estado, y que ha ocupado la atención del honorable consejo y gobierno supremo de la nación. Persuádase V. E. y persuada al Sr. Presidente que no hay en todo más mira que la de manchar el honor del Estado que me confió su poder, desacreditar á sus autoridades con calumnias toscamente inventadas y acabar con su prestigio y el buen nombre que disfruta; y convénzase V. E. y convenza al E. Sr. Presidente de que este gobierno no está revestido de un carácter atroz, bárbaro y sanguinario como se le quiere hacer aparecer, y que si es enérgico para castigar el crimen, nunca traspasa las leyes, y que si es benigno con el criminal, jamás por consideraciones lo deja impune. Añádale V. E. que si el incendio de Juchitán hubiera sido como se figura, antes que V. E. me hubiera pedido informe, yo le habría excusado el paso, dándole conocimiento de estar el responsable sujeto á la acción severa é.imparcial de sus jueces competentes, porque así lo exige el honor y el deber. Pudiera agregar otros muchos documentos en comprobación de cuanto llevo expuesto, pero deseando satisfacer al gobierno supremo, á precisa vuelta de correo, me limito á lo que el tiempo estrecho da lugar, reservándome si necesario fuere, para cuando la causa que se instruye á los revoltosos termine.

Sírvase V. E. aceptar las protestas de mi alta consideración y distinguido aprecio.

Dios y Libertad. Oaxaca, Junio 17 de 1850. -Benito Juárez.-Exmo. Sr. Ministro de relaciones interiores y exteriores.

EXPOSICIONES

La división territorial de la República y la supresión del territorio de Tehuantepec

GOBIERNO DEL Estado de Oaxaca.

Señor:

El Gobernador de Oaxaca, de acuerdo con su consejo, tiene la honra de dirigir á vuestra tra Soberanía la presente exposición, con el objeto de que al tratarse el importante asunto de la división territorial de la República, se tengan presentes en esa augusta asamblea las razones de justicia y conveniencia pública que existen para que se le conserven los mismos límites que de tiempo inmemorial lo han separado de sus vecinos.

Grave es sin duda la cuestión de límites, porque envuelve grandes intereses que afectan profundumente la paz y el progreso de los pueblos. Pero vuestra Soberanía, al tratar de los del Estado de Oaxaca, tendrá, por cierto, menos dificultades; porque la misma naturaleza ha creado los puntos de división que lo separan de los Estados limítrofes. Ni por el Sur, ni por el Norte exis

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