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Y el maestro Pedro Narvaez Salcedo, racionero de aquella insigne colegiata, compuso tambien á la Fama este dís

tico:

Fama mali dorsum linguae ruptura flagello,

Moliter in sinu sto positura bonum.

Cuyo sentido volvió á expresar en estos términos:

Nomen Fama mihi est, occulta est prodere munus.
Garrula sum, justis grata, cruenta malis.

Y para que todo pasase á la posteridad se publicó en latin, copiando las lápidas recogidas y encrustradas en la citada pared, traduciéndolas ademas en castellano para inteligencia de los que no poseyesen aquel idioma. El libro que todo lo contiene no fija el año ni el lugar de su impresion, ni tampoco el nombre del autor; y por haberse hecho muy raro extracto aqui lo referido para noticia de los curiosos y de los aficionados á las bellas artes.

Francisco Becerra, vecino de Trujillo en Extremadura y el mejor arquitecto que pasó á la América en el buen tiempo de la arquitectura española, nació en dicha ciudad á mediados del siglo XVI, y fue discípulo de su padre Alonso Becerra, profesor acreditado en aquella provincia, donde construyó varios edificios, y mucho mas su abuelo el famoso Hernan Gonzalez, maestro mayor de la santa iglesia de Toledo, y el amigo y albacea de Alonso Berruguete, como se ha dicho en su artículo, tomo II, fol. 52.

Habiéndose casado el nieto con Juana Gonzalez de Vergara, determinaron pasar á Indias, para lo cual hicieron informacion de limpieza de sangre, que era noble y de hi→ jos-dalgo, en 17 de mayo de 1573 ante el licenciado LaPuerta, teniente del corregidor de Trujillo, el ilustre Señor D. Cárlos de Guevara, donde ya habia Becerra construido edificios principales y una capilla en el monasterio de Guadalupe entre los dos claustros. En virtud de esta probanza los llevó á Nueva-España entre el número de sus criados el licenciado Granero de Arévalo, que hubo de ir provisto de

-ministro á alguna de las audiencias de aquel reino, como lo confirma el nombramiento siguiente: »El licenciado Gra» nero de Arévalo, en cumplimiento de la cédula de S. M. que tengo para nombrar seis criados y llevallos á la pro»vincia de Nueva-España, nombro por uno dellos á Fran»cisco Becerra é Joana Gonzalez su muger contenidos en » esta probanza. Fecho en Sevilla á 18 de junio de 1573."

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Luego que llegó á Nueva-España se detuvo algun tiempo en la Puebla de los Angeles, y construyó el coro del convento de S. Francisco, que dicen ser el mas principal de aquel reino; los conventos de Sto. Domingo y de S. Agustin, y el colegio de S. Luis; y dos capillas de cantería en los pueblos de Totemeguacan y Guatinchan. Reedificó despues en Méjico la iglesia de Sto. Domingo, que por haberse construido mal se caia; y levantó otros templos en Talnepanla, Cuitablabaca, Tepuzthlan, y en otros lugares del marquesado del Valle, que le dieron gran crédito y opinion. Era entonces virey de Nueva-España D. Martin Henriquez, quien tratando de edificar la catedral de la Puebla de los Angeles, le nombró por maestro mayor de ella á 24 de enero de 1575 con el sueldo anual de quinientos pesos de oro, como dice el nombramiento, que copiamos en los Documentos con el núm. xv, 1.

De Nueva-España se trasladó á Quito, y alli trazó y comenzó las iglesias de los conventos de Sto. Domingo y S. Agustin, y tres puentes en los rios comarcanos, que fueron de gran utilidad y provecho á la provincia. Estaba ocupado en estas obras el año 1581 cuando pasó del vireinato de Nueva-España al del Perú el dicho D. Martin Henriquez, quien conociendo por experiencia la pericia y buenas partes de Becerra, le escribió desde Lima luego que llegó para que pasase á aquella capital á trazar y construir las catedrales de Lima y del Cuzco. Empezó por esta, que dirigia con aplauso del cabildo y del gobierno cuando falleció el virey su protector, cuya muerte le fue de gran sentimiento.

Pero la audiencia de Lima, que quedó mandando aquel reino, y que no queria perder la coyuntura de tan buen arquitecto para la construccion de aquella santa iglesia,

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despachó real provision en 17 de junio de 1584, confiriendo á Becerra el título de maestro mayor, como consta de la misma provision, que tambien copiamos en los Documentos con el propio número romano y el árabe 2.

Para este nombramiento y para el de la Puebla de los Angeles precedieron concursos de varios maestros, y en ambos fue preferido el mérito y habilidad de Becerra, » por » ser hombre eminente en su facultad", segun declararon los testigos que depusieron en otra informacion que el mismo Becerra habia hecho en Lima ante el licenciado Francisco de Cárdenas, alcalde de aquella audiencia real, á 3 de abril de 1585, la que existe en el archivo general de Indias. De ella se han sacado estas noticias, omitiendo otras muchas relativas à este gran profesor y á sus obras en España é Indias, donde dejó memoria de su nombre y familia, que tanto se distinguió en la arquitectura. Pero no dejaré de decir, que tambien tuvo á su cargo la obra de la casa real de Lima, y un fuerte que construyó en el Callao, y que cobraba ochocientos pesos anuales como director de la obra de aquella catedral.

Baptista Antonelli (asi firmaba sus cartas), hermano menor de Juan Bautista Antonelli, de quien se ha hablado con detencion el año de 1570, fue como él un célebre ar→ quitecto militar é hidráulico de Felipe 11. Estuvo en el cerco de Famagosta; vino á Oran con su hermano, donde comenzó á trabajar á su lado en aquellas fortificaciones; despues á Valencia, donde tuvo el primer sueldo del Rey. De Valencia pasó con el príncipe Vespasiano Gonzaga á visitar los puertos de Mazalquivir, Alceo, Melilla, la Laguna y otros de Africa; se ocupó en los castillos de Peñíscola y Alicante, y construyó otros en aquella costa.

Estando Felipe II en Lisboa el año de 1581 le llamó á aquel reino, donde le habia acompañado su hermano Juan Bautista, á disponer el campo, y le nombró para que fuese al estrecho de Magallanes á construir dos castillos que su hermano habia trazado á instancias de Pedro Sarmiento de Gamboa. Se embarcó en la armada de Diego Florez de Valdés, que salió de Cádiz el dia 9 de diciembre del mismo

año, la que sin haber podido llegar á su destino padeció los desastres que se refieren en la relacion que escribió el propio Sarmiento, de la cual se copia en los Documentos con el núm. xvI lo que dice de Antonelli. Volvió este á Madrid el año de 1585 cuando se celebraban córtes en Monzon, y cuando se seguian autos en el consejo de Indias contra Florez de Valdés y los de su faccion por la mala suerte de la armada. Vióse entonces Antonelli perseguido, pobre y aburrido; y á no ser por el secretario Juan de Ibarra, que le protegia, se hubiera metido fraile ó se hubiera desesperado, como el mismo Ibarra dice en una representacion que hizo al Rey, y tambien se copia en los Documentos de Antonelli con el número árabe 18 con otros muchos que existen originales en el archivo general de Indias.

Con el favor de Ibarra logró que estando el Rey en Valencia le nombrase su ingeniero con mil ducados al año el dia 15 de febrero de 1586, y el encargo de volver á América en la armada que se aprestaba en Sevilla al mando del general Alvaro Flores de Quiñones, à reconocer las costas y puertos de aquellos dominios bajo las órdenes del maese de campo Juan de Tejada, con el fin de levantar atalayas, torres, fuertes y muelles en los puntos ó parages convenientes para su seguridad y de las flotas, y para bien utilidad del comercio.

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Llegó con felicidad á América, é inmediatamente comenzó á desempeñar su comision. Examinó á Cartagena, que habia sido invadida por los ingleses: pasó depues á Portobelo, desde donde escribió al duque de Medinasidonia con fecha de 14 de diciembre de aquel año, diciéndole, que Portobelo era capaz de contener muchas armadas, porque estaba abrigado y defendido de todos vientos, y porque tenia las cuatro circunstancias que debe tener un buen puerto: á saber, mucho fondo, limpieza, piedra para lastres, buena agua para la provision y madera para construccion; por tanto le parecia muy acertado trasladar á él la poblacion de Nombre de Dios. Proponia hacer la traslacion con economía, aunque se construyesen de nuevo la iglesia y la casa

de la contratacion, con lo que no padecerian tanto las flotas, ni pereceria tanta gente como perecia en Nombre de Dios, demostrándolo todo con un plan que acompañaba.

Desde Cartagena refiere á Juan de Ibarra con fecha de 16 de febrero de 1587 todas las obras que proyectó y construyó con acuerdo de Tejada para defensa de aquel puerto y plaza; y al mismo tiempo le suplica interponga su influjo á fin de que S. M. mande pagarle en la Avería de Sevilla los sueldos que tenia devengados para poder satisfacer las deudas que habia contraido en aquella jornada, á causa de que Cartagena era una ciudad en que todo andaba muy

caro.

De aqui y de Portobelo pasó á Nombre de Dios, al rio Chagre y á Panamá, y viniendo por la Havana, Santo Domingo y Puerto-Rico, volvió á España con trazas, diseños y descripciones de todos aquellos paises, puertos y plazas, que presentó al Rey, y merecieron su real aprobacion.

Tornó tercera vez á América con Tejada en 1588 á poner en ejecucion lo que habia trazado en el segundo viage, y Felipe II habia mandado, señalándole cien ducados al mes por cédula fecha en Madrid á 23 de noviembre del propio año, que habia de gozar desde el dia en que diese á la vela en Sanlúcar de Barrameda ó Cádiz, hasta que volviese á España, cuya cédula se inserta en otra dada á 20 de diciembre de 1593, por la que se le acrecentó entonces el salario hasta mil y ochocientos ducados al año: ambas se copian en los Documentos con el citado núm. xvI. Fue la primera escala en Puerto-rico, donde dispuso construir un castillo, una plataforma á la entrada del puerto, y otros reparos. De alli fue á Santo Domingo, cuya ciudad llevaba orden de cerrar : dejó en ella las trazas y modelos de lo que se habia de hacer, y siguió á la Havana, donde inmediatamente comenzó á levantar el fuerte de los tres Reyes, llamado el Morro, los baluartes de la parte del campo, y la plataforma debajo del castillo, colocando en ella la artillería (1).

(1) Habia estado antes en esta plaza Bartolomé Sanchez, ingeniero militar é hidráulico, con el sueldo anual de mil trescientos ducados, quien trazó y construyó la fuerza vieja.

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