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DE

ESPAÑA

I-LA DUQUESA DE VILLAHERMOSA, por el P. Luis

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II. EL PERIODISMO MODERNO, por D. Manuel Amor
Meilán.

III.- LOS BANCOS, por D. C. Franquelo..

IV.-RECUERDOS DE UNA CAMPAÑA, por D. Narciso

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Amorós.

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V. EXAMEN CRÍTICO DEL SISTEMA DE BENTHAM,
por D. Luis Silvela..

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VI. PROYECTO DE LEY DEL REGISTRO DE LA PRO

PIEDAD, por D. Antonio Torres Maracer.

VII.-CRÓNICA POLÍTICA INTERIOR, por X..

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VIII. BIBLIOGRAFÍA, por D. Clemente Domingo Mambrilla.

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SERVICIOS DE LA COMPAÑÍA TRASATLANTICA DE BARCELONA

LÍNEA DE LAS ANTILLAS, NEW-YORK Y VERACRUZ.-Combinación á puertos americanos del Atlántico y puertos N. y S. del Pacifico.

Tres salidas mensuales: el 10 y 30 do Cádiz y el 20 de Santander. LÍNEA DE FILIPINAS.-Extensión á Ilo-Ilo y Cebú, y combinaciones al Golfo Pérsico, costa oriental de Africa, India, China, Cochinchina, Japón y Australia.

Trece viajes anuales saliendo de Barcelona cada cuatro viernes, à partir del 5 de Enero de 1894, y de Manila cada cuatro Jueves à partir del 25 de Enero de 1894.

LÍNEA DE BUENOS AIRES.-Seis viajes anuales para Montevideo y Buenos-Aires, con escala en Santa Cruz de Tenerife, saliendo de Cádiz y efectuando antes las escalas de Marsella, Barcelona y Málaga.

LÍNEA DE FERNANDO POO.-Cuatro viajes anuales para Fernando Póo, con escalas en Las Palmas, puertos de la Costa Occidental de Africa y Golfo de Guinea. SERVICIOS DE AFRICA.-LÍNEA DE MARRUECOS.-Un viaje mensual de Barcelona á Mogador, con escalas en Melilla, Málaga, Ceuta, Cádiz, Tánger, Larache, Rabat, Casablanca y Mazagán.

SERVICIO DE TANGER.- El vapor Joaquin de Piélago sale de Cádiz para Tanger, Algeciras y Gibraltar, los lunes, miércoles y viernes, retornando á Cádiz, los martes, jueves y sábados.

Estos vapores admiten carga con las condiciones más favorables, y pasajeros, á quienes la Compañía da alojamiento muy cómodo y trato muy esmerado, como ha acreditado en su dilatado servicio. Rebajas á familias. Precios convencionales por camarotes de lujo. Rebajas por pasajes de ida y vuelta. Hay pasajes para Manila, á precios especiales para emigrantes de clase artesana y jornalera, con facultad de regresar gratis dentro de un año, si no encuentran trabajo.

La Empresa puede asegurar las mercancías en sus buques. AVISO IMPORTANTE.-La Compañía previene á los Sres. Comerciantes, Agricultores é Industriales, que recibirá y encaminará á los destinos que los mismos designen, las muestras y nota de precios que con este objeto se le entreguen.

Esta Compañía admite carga y expide pasajes para todos los puertos del mundo servidos por lineas regulares.

PARA MÁS INFORMES.-En Barcelona: La Compañia Trasatlántica y los Sres. Ripoll y Compañía, Plaza de Palacio.-Cádiz: la Delegación de la Compañia Trasatlántica.-Madrid: Agencia de la Compañía Trasatlántica, Puerta del Sol, 10.-Santander: Sres. Angel B. Pérez y Compañía.-Coruña: D. E. de Guarda.-Vigo: D. Antonio López de Neira.-Cartagena: Sres. Bosch Hermanos.-Valencia: Sres. Dart y Compañía.-Málaga: D. Luis Duarte.

LA DUQUESA DE VILLAHERMOSA (")

(Continuación)

XVI

La desastrosa muerte del Marqués de Mora, y las tristes circunstancias que la rodearon, en que no pudo menos la Duquesa de Villahermosa de considerar hasta cierto punto como cómplice á su propio marido, sumieron á esta señora en una especie de doloroso estupor, interrumpido tan sólo por fuertes ataques nerviosos y lágrimas amarguísimas. El 25 de Junio escribía el Duque de Villahermosa contestando á la carta de pésame de su cuñada la Princesa Pignatelli: «Como podreis suponer, Mme. de Villahermosa está extraordinariamente afligida (2), y ha tenido seis ó siete días de vapores y angustias continuas que no la dejaban sosegar; ha rehusado todo alimento y todo remedio, y sólo con gran trabajo he conseguido hacerla tomar algo. Ahora empieza á volver en sí; mas ha tomado tal aversión á las cartas, que no creo quiera leer ni aun la vuestra, y no podrá, por lo tanto, contestarla: por eso os suplico, señora, recibais las excusas que os presento en su nombre, pues su estado es más digno de compasión que de

censura.»

Prolongóse por mucho tiempo este estado de doña María Manuela, y ni la extraña boda del Conde de Fuentes con la Duquesa viuda de Huescar, celebrada á los seis meses de

(1) Véanse los números 549, 550, 551, 554, 555, 557, 558, 562, 564, 566, 570, 575, y 577 de esta REVISTA.

(2) El original de esta carta está escrito en francés.

muerto su hijo, ni la venida de D. Ramón Pignatelli, que atraido por las nuevas políticas, y llamado por Villahermosa llegó apresuradamente à la corte, ni los alborotos contínuos que estallaban en las calles de Madrid al llegar las noticias de la derrota de Argel, consiguieron sacar á la Duquesa de su postración y retraimiento. Las iras de grandes y pequeños estallaban unánimes ante tamaño desastre contra O'Reilly y Grimaldi, y mientras los más cultos acribillaban con sátiras y libelos al general y al ministro, la gente baja llevaba su encono contra O'Reilly hasta insultar á su mujer y á su hija al entrar éstas en la iglesia de la Soledad, y pretendia incendiar la casa de Grimaldi, aplicando materias embreadas á los quicios de las puertas. El partido aragonés creyó llegada para él la hora del triunfo, y el Canónigo Pignatelli y Villahermosa, avanzando quizá demasiado, le salieron al encuentro; mas Carlos III mantuvo por entonces á Grimaldi de ministro de Estado, «contra los tiros, dice Ferrer del Río, que más sañudo que nunca le asestaba el partido aragonés, bastante debilitado desde la ausencia del Conde de Aranda, y rehecho ahora á ímpetus de la agitación que agriaba los ánimos y enardecia las voluntades. Su voz llevaba D. Ramón Pignatelli, Canónigo de Zaragoza y hermano del Conde de Fuentes, y merced al gran valimiento que gozaba un sobrino suyo, (Villahermosa) (1) cerca del Príncipe de Asturias, pretendía suceder à Grimaldi en el ministerio. Como en las monarquías absolutas suele acontecer que los descontentos se agrupan en torno del inmediato sucesor á la corona, y que los patrocina y defiende èste con más o menos disimulo, con mayor ò menor empuje,

(1) Este sobrino de que habla Fernán Núñez en su historia manuscrita de Carlos III y á que alude también Ferrer del Rio en este pasaje, no era otro sino el Duque de Villahermosa sobrino politico, como decimos en España, del Canónigo, por estar casado con su sobrina carnal doña Maria Manuela Pignatelli. La circunstancia de no nombrar ninguno de estos autores al sobrino en cuestión, indujo quizá á Mr. Morel Fatio á suponer en sus eruditos Estudios sobre España, que fuese D. Juan Pignatelli y Gonzaga, hijo tercero del Conde de Fuentes. Mas D. Juan Pignatelli contaba en esta época diez y ocho años, pues nació el 28 de Enero de 1758, y no estaba, por lo tanto, ni en edad ni en posición de mezclarse en intrigas políticas, ni de merecer ni explotar favores de Principes.

el Príncipe de Asturias, que vivía ya bajo el predominio de su esposa, incitado por ella, habló bastante alto contra los que en el descalabro de Argel fueron parte, y al son de las pretensiones de Pignatelli.»

Hallábase sin embargo Carlos III harto envuelto entre las redes que aprisionaban á la mayor parte de los soberanos de Europa en manos de los impios filósofos, conjura contra la Iglesia católica, para apartarse espontáneamente del camino. por donde aquellos le llevaban. Sostuvo, pues, con el tesón con que mantenía sus yerros, á Grimaldi, hasta publicarse la célebre pragmática sobre matrimonios desiguales, y llamó después al Ministerio, á D. José Moñino, otro golilla, filósofo también de los conjurados de España, que acababa de cubrirse de gloria en Roma arrancando al anciano é inerme Clemente XIV, el breve de extinción contra los jesuitas. Hazaña era esta, indicada como primer paso de la conjura, cuyo programa trazó Federico de Prusia, en carta memorable del 24 de Marzo de 1767. He aquí esta pérfida norma, discurrida por el Salomón del Norte, gloria de la masonería de su tiempo, de la cual no se ha apartado una sola línea, desde entonces hasta el día, la política de los enemigos de la Iglesia, que no han cesado de repetir contra ella, con más ó menos fortuna, el grito de Voltaire: ¡Ecrassez l'infame!...

«No son seguramente las armas, escribe Federico á Voltaire, las que han de destruir a la infame... Morirá á manos de la verdad y de la seducción del interés. Si quereis que desenvuelva esta idea, ved lo que se me ocurre. He notado, y muchos han hecho la misma observación, que en los sitios en que hay más conventos de frailes, es donde el pueblo se entrega más ciegamente á la superstición. No es, pues, dudoso, que si se llegaran à destruir estos asilos del fanatismo, se tornará el pueblo indiferente y tibio hacia lo mismo que es al presente objeto de su veneración. Se debería, por lo tanto, comenzar á destruir los claustros ó á disminuir por lo menos su número. La ocasión ha llegado, porque así el gobierno francés como el austriaco están entrampados y han agotado en

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