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autor, y ese es por otra parte el único dato averiguado; pero lo dificil de concebir es cómo encontró Cervantes digno de reprehension el lenguage aragonés, que solo conoció porque tal vez escribe sin articulos. Lo ligero y ténue de esta indicacion, que luego declararemos ser tambien poco justa, prueba á lo menos la ninguna diferencia que habia entre el lenguage aragonés y el castellano; y aunque nuestro Diccionario, en que hemos llegado à reunir un número bastante considerable de voces, parece que está probando lo contrario, convéngase en que el lenguaje no es en sí desemejante y que el de los escritores es absolutamente comun cuando no idéntico.

Hemos leido con algut cuidado la obra de Avellaneda (cuyo lenguage han convenido, aun sus impugnadores, en que es muy de alabar), y deseando que nos suministrase alguna materia á nuestro Vocabulario, ya que no la hemos obtenido de otros escritores positivamente aragoneses pero siempre escritores en muy buen castellano; no ha podido logrársenos el deseo sino en un reducidísimo número de voces y locuciones. Las únicas palabras que hemos sorprendido son zorriar, repapo, malvasia, repostona, mala-gana y buen-recado, de cuyas cuatro primeras (quizá no todas aragonesas) ya hemos dado cuenta en nuestro Diccionario, habiendo de decir de las otras que la una se halla en el capítulo XXXI en aquel pasaje cá quien, por aguardar que conva»leciese de una mala gana que le habia sobrevenido en Zaragoza, >>no quiso dejar D. Carlos," y la otra en el XXXV «Mal se puede »cerrar, replicó D. Carlos, carta sin firma, y asi decid de qué >>suerte soleis firmar. ¡Buen recado se tiene! respondió Sancho: >>sepa que no es Mari-Gutierrez amiga de tantas retóricas.". Tambien leemos en los capítulos XXVI y XXIX «echemos pelillos en la mar y con esto tan amigos como de antes..... dése pues por las entrañas de Dios por vencido, como mi amo le suplica, y tan amigo como de antes," en el XXVII «la primera cosa que hizo en despertar," locucion que Rossell corrije con las de al despertar ó en despertando; y en el XVII y otros muchos (porque esta es en él manera de decir muy de su gusto) cá la que llegó (cuando llegó) delante della, se hincó de rodillas."

No anotamos zorrinloquios por circunloquios porque, en boca de Sancho Panza, no puede ser eso sino un barbarismo dispuesto graciosamente y de propósito; ni hendo cruel penitencia por haciendo, porque nos parece del mismo carácter, aunque hay pueblos en Aragon que dicen vinon por vinieron, tuvon por tuvieron

etc.; mas respecto de omisiones, todo lo que hemos hallado ha sido haberse callado por dos veces la preposicion de, lo cual se verifica en aquellas locuciones de los cap. XVII y XIX «cerca (de) los muros de una ciudad de las buenas de España... pero llegando a pasar por delante (de) su monasterio," las cuales son á uso latino y de uso catalan; y haberse suprimido otras tantas el artículo en el capítulo VII en donde dice «ello es verdad que no todas (las) veces nos salian las aventuras como nosotros queriamos... y con esto hacia toda (la) resistencia que podia para soltarse," a cuyas dos frases no es lícito agregar aquella otra «a falta de colcha no es mala (la) manta.»

He ahi pues à qué proporciones queda reducido el reparo de Cervantes, aun mas diminuto para el que recuerde aquel pasage de P. de Mejia en su COLOQUIO DEL PORFIADO «por que en invierno no es menester fresco, y en verano no lo hay todas

veces.»

PÁGINA 68.

Algunas mas palabras de las que se citan en la Introduccion se han omitido en el Vocabulario; unas porque, si bien se encuentran en documentos aragoneses, se hallan tambien en otros castellanos de la edad media, escritos en el mal latin de aquellos tiempos; otras porque no tienen para nosotros un valor conocido. Sean ejemplo alyala ó aliala, esto es, «præstatio quæ pro investidura et laudemiis fundi alicujus recens comparati datur, scilicet duo morabatini et septem denarii," cuyo pago solia expresarse en las escrituras con la frase aliala paccata; apacon cuya voz hemos oido sin que conozcamos à punto fijo su significado; brunias que hemos trasladado à la páj. 7 en un documento citado por Briz Martinez; cazeno, que puede ser roble ó encína, pero que no hemos visto en ningun Diccionario, aunque Briz en el citado documento lo escribe, como en latin, de esa manera y sin explicacion alguna; macano, que se encuentra en el mismo caso y que, escrito con cedilla, pudiera ser manzano, leyéndose por lo demás en un documento lusitano citado por Ducange «unam copam deauratam in Maçanis et circa bibitorium et circa pedem;» marcizacion, que se nos ha comunicado como palabra alguna vez leida, però que nosotros no hemos alcanzado á conocer en ningun documento ni podido por consiguiente interpretarla; mazarecchos, que hemos visto usado en escrituras arragonesas sin entenderlo, aunque de persona doc

tisima sabemos que significaba en la edad media una especie de copa traida de Egipto.

PÁGINA 73.

Entre los autores de nota que han dudado acerca de la autenticidad de los poemas atribuidos à D. Alfonso el Sabio, á lo menos en el estado en que han llegado hasta nosotros, se encuentra el no sospechoso crítico D. L. F. de Moratin.

IBIDEM.

A propósito del verbo caler, nos parece oportuno añadir á los escritores que decimos haberlo usado el muy insigne autor del Libro de Patronio, el cual dice en su cuento XVI cruégovos que me consejedes lo que vieredes que me cale mas de facer.»

PÁGINA 96.

Que la Celestina no es de Juan de Mena, de quien en efecto no lo parece, lo prueba, entre otros, N. Antonio.

PÁGINA 99.

Entre los nombres cuyo diminutivo único es el en ico podemos citar á abanico, que procede de abano voz anticuada, y que es el único usual, como todos saben, por mas que la Academia conserve todavía abanillo y se lea en Lope y otros,

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VOCABULARIO.

ACUDIDERO. n. Es muy usual decirse que hay en una casa muchos acudideros, cuando hay muchas atenciones que cubrir. AGUADA, n. Rocío de la mañana.

AHORCADO. n. Se dice tener hueso de ahorcado de aquel que es muy venturoso en sus empresas.-n. Entre los jugadores de dominò se dá aquel nombre à la ficha de palo doble que no puede colocarse por haber jugado todas las del suyo.

ALFAZ. n. Alfalfa.

ALHODERA. n. En un documento citado por Briz Martinez se lee: «non ponam tibi azaquia aut alhoderà qua tibi terram tuam tollam.»

ANHELANTES (ACADEMIA DE LOS). n. Cuerpo literario fundado durante el siglo de oro en la ciudad de Zaragoza, y del cual nos queda como muestra de su espíritu y mérito poético el Mausoleo que dedicó en 1636 à Baltasar Andrés de Uztarroz, discipulo predilecto de Simon de Abril.

ARES Y MARES (TENER). n. Tener mucho, pero suele decirse irónica ó dubitativamente: tambien se dice contar ares y mares, hablar de ares y mares etc.

ARNÊS (JUSTAS DEL). n. Torneos que parece que celebraba tres veces por año una cofradia que existia en Zaragoza bajo la advocacion de S. Jorge.

AZEMBLA. n. Acémila, voz antic. que vemos empleada en el Códice tantas veces citado de los Privilegios de la Union. BESANTE. n. Moneda de plata que valia 3 sueldos y 4 dineros barceloneses.

CARRACUCA. n. Se usa de esta extraña palabra en la frase amas perdido que Carracuca» denotando que no hay esperanza ó remedio para alguno.

CARRAZON. n. Balanza de grandes dimensiones.

COSPILLO. n. Se usa en la frase mas bruto que el cospillo para significar el mayor grado de rusticidad o descortesia. CHULAPO. n. Pilluello.

CHUMOSO. n. Zumoso, pegajoso, ó todo aquello que despide ó suda fácilmente algun barniz, sustancia, pringue ó líquido espeso. CHUPA-LÁMPARAS. n. Se dice por la persona sucia ó

desaseada.

EMPANELADO. n. Lo labrado à paneles ó entrepaños. EMPANELAR. n. Labrar una pieza de carpinteria à paneles: la Academia, que esplica entrepaño y entrepañado, no admite entrépañar.

EN. n. Don, tratamiento: era usual principalmente en Cataluña y en general en los documentos lemosines, pero alguna vez se ha usado en documentos puramente aragoneses.

ESCOCIDO. n. Escarmentado.

ESCUDILLAR. n. Vaciar el puchero sobre la fuente ó plato en que ha de servir à la mesa el contenido, y asi se dice cescudillar las judias, las patatas, las puches etc.: la Academia, limitando mucho la significacion, dice que «es echar el caldo en las escudillas y distribuirlo y servirlo," con cuya definicion no se explica aquella frase de H. de Mendoza, tan frecuente por otra parte en Aragon, «me parecia mas conveniente hora de mandar poner la mesa y escudillar la olla que de lo que me pedia (Lazarillo de Tormes).»-n. En sentido figurado, descubrir un secreto, hacer indiscretamente una confianza, y asi se dice «yo le había revelado mi plan y él lo escudilló al punto en el teatro,»

n. ESCUDILLAR LA SOPA calarla ó echar en ella el caldo de la olla: en un Diccionario castellano hemos visto, sin embargo, esa acepcion.

FORLIER. n. En un Códice de oficios palatinos de Jaime II se ofrecen pintados varios de ellos, entre otros el forlerius, forlerio ó aposentador, correspondiente al traversier francés y orígen de nuestro furriel, sobre lo cual puede verse á Covarrubias y á Latassa B. a. II. 33.

GAÑA. n. Cierta parte dentada ó en forma de sierra que tienen en lo inferior de la cabeza algunos pescados.

MALVASIA n, La Academia presenta como castellana esta voz en sentido de uva dulce cuyos sarmientos importaron los catalanes en España desde la isla de Chio en tiempo de las Cruzadas: Avellaneda dice en el cap. X de su Quijote «que tengo en el cuerpo tres de malvasia que llaman en esta tierra (habla en Zaragoza), y á fé con razon, porque está mal la taza cuando está vacia della.»

PANEL. n. Entrepaño, voz de carpinteria: en francés pan

neau.

PLANTERO. n. Planta.

POTE (COLOR DE). n. Color quebrado ó muy bajo, principalmente en el rostro.

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