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de ley de anmistía la mas lata, á partir desde la conclusion de la guerra civil. Ya es tiempo de que la patria abra sus brazos á muchos de sus desventurados hijos que la habian servido con lealtad, que habian derramado su sangre ó prestádole otros sacrificios que hoy lloran en la emigracion, volviendo incesantemente sus ojos hacia el pais natal que jamas se olvida, y cuya memoria se mira en el destiero, como el único consuelo y la única ocasion de los proscritos.....

«El gobierno condena de la manera mas clara y mas abierta los estados de sitio, las medidas escepcionales y las consecuencias que producen; y dispuesto está por su parte las disposiciones que aseguran no vuelvan á repetirse tales abusos y ta les escándalos, en mengua y baldon de las instituciones que nos rigen, de los sentimientos de humanidad que deben animarnos. »

«El ministerio respetará la libertad de imprenta que sanciona la Constitucion, y hará que las leyes que la arreglan y dirigen sean por todos acatadas; y por último, se dedicará con afan al fomento y mejor organizacion de la milicia ciudadana, porque ca ella mira una institucion protectora, y una sólida garantia de los demas derechos......

«Procurará con el mayor cuidado fomentar el crédito de la nacion por todos los medios á propósito, y principalmente por la religiosa y puntual observancia de todos sus contratos. »

Despues de otros párrafos relativos à la venta de los bienes nacionales; al pago de los acreedores del estado; á la presentacion de proyectos de leyes orgánicas; á la formacion de códigos y á nuestras relaciones diplomáticas, concluyó así el discurso.

Estos son, señores diputados, nuestros principios; esta es nuestra carrera política, y este es el rumbo que nos proponemos seguir. Nos faltan sin duda talentos; nos faltan medios; pero en cambio nos sobra voluntad, nos sobra corazon, y á las veces, tambien con el corazon se piensa, y siempre con él se vencen los obstáculos que el destino ó los esfuerzos encontrados, ofrecen á las grandes miras. Hemos hecho esta profesion de fé, por acomodarnos á una costumbre generalmente seguida; pero hubieramos querido mas bien remitirnos por ahora al silencio, dejar

al tiempo que nos revelara, y hablar al mundo con la elocuencia de los hechos que es la mas eficaz y persuasiva.»

D

› Para acometer nuestra empresa, y para acometerla con el ardor y confianza que vive en nosotros, hemos contado ante todo con la cooperacion mas eficaz del congreso y del Senado. Sc levanta, señores una nueva bandera; bandera de justicia, bandera de union, bandera de reformas, bandera en que está escrito el nombre de la patria, el nombre del pueblo á que debemos consagrarnos; y al rededor de esta bandera se agruparán los representantes de este mismo pueblo, y se agruparán los españoles todos para levantar esta nacion á la alta importancia de que gozó algun dia, y hacerla figurar con esplendor y lustre entre las naciones mas libres y felices. »

El discurso que pronunció el presidente del consejo en el Senado, fué mas breve y no tan esplícito sobre muchos puntos. Nada dijo de que el principio de conducta que se proponia el gobierno, partia de la máxima de que en los sistemas representativos el Rey reina y no gobierna; nada de los estados de sitio que en el otro cuerpo colegisla lor se habia herido de anatema; nada de la nueva bandera que se levantaba, bandera de justicia, bandera de union y de reformas. Sus dos alocucio..es fueron oidas con grandes muestras de aprobacion, y hasta de entusias mo, en va: ics pasages; sobre todo, el relativo á kamnistia.

En la sesion del 20 leyó el presidente del consejo tres proyectos de ley, el primero de los cuales cra relativo á la amnistía. Se concedia esta ámplia, sin escepcion ninguna, à cuantos hubiesen sido ó pudiesen ser procesados, ó se hubiesen espatriado á consecuencia de los acontecimientos políticos ocurridos en la Península é islas Adyacentes desde el 4 de julio de 1840 hasta el 15 de mayo de 1843, ó por cualquier otro hecho, tambien de cáracter político, que hubese tenido lugar durante el mis:no periodo.

En virtud de esta medida debian ser puestos en libertad con derecho de trasladarse á donde mejor les conviniesc, los presos ó confinados que por cualquiera de las causas ya espresadas estuviesen cumpliendo sus condenas; sobreseyéndose asimismo, en las causas que se hallasen aun pendientes.

Quedaban en plena libertad de restituirse á España los espatriados, sin que á estos, ni à los procesados, ni á los que estuviesen sufriendo condenas, pudiese perjudicarles en ningun sentido la espatriacion, las causas y las condenas que les hubiesen impuesto, alzándos los embargos de sus bienes y quedando sin efecto las declaraciones judiciales ó de cualquiera otro género, que contra ellos se hubiesen pronunciado.

Los militares á quienes comprendiese aquella ley debian recobrar sus grados, empleos y condecoraciones, y podrian ser empleados activamente por el gobierno. Los demas empleados debian recobrar asimismo sus honores, condecoraciones, derecho á cesantia y demas propios á las clases pasivas, y podian del mismo modo que los militares, ser emplea los activamente gobierno.

por el

Tal era el proyecto de ley, precedido de una elocuente y sentida esposicicion en que se manifestaban y esplicaban sus motivos. ¡Amnistía! ¿Quién podia resistirse á la fuerza de esta voz tan solemnemente pronunciada en el seno del Congres»? ¿A qué corazon bien hecho, no debian de halagar las palabras de olvido, de indulgencia, de reconcialiacion entre hermanos, y sobre todo la imágen de la patria tendiendo los brazos á los proscriptos que gemian lejos de su seno? Tuvo, pues, este proyecto de ley un eco prodigioso, tanto dentro como fuera del Congreso. Los hombres, sin embargo, de cierta prevision, que no se dejan arrebatar fácilmente del primer impetu del entusiasmo, que examinan las cosas por sus diversos lados, se preguntaban si con tantos elementos de discordia, con tantos enemigos de la Regencia, con el convencimiento de los tiros que se asestaban contra ella en paises estranjeros, era prudente añadir nuevo pábulo al fuego que ya ardia. Era ya pública una coalicion. ¿Y contra quien, contra qué, peleaban las diferentes fracciones ó entidades de que se componia? ¿Vendrian los emigrados de fuera á ponerse de parte del Regente? Ademas, una porcion de estos emigrados se halla ban en paises estranjeros por su gusto, por su libre eleccion, sin que ningun cargo se hiciese contra ellos, sin hallarse bajo el peso de ninguna acusacion, sin que pudiesen tener motivo alguno

de temor por sus personas. Otros muchos que pertenecian á su partido, que se habian dado á conocer como ellos por sus principios y opiniones, habian permanecido en España, sin que se los persiguiese ó molestase para nada. ¿Qué era, pues, su residencia allí mas que una tácita declaracion de hostilidad, de participacion en los planes que tendian á la destruccion de la Regencia? Hé aquí porque el proyecto de amnistía pareció á muchos impolitico, y á no pocos en aquel conflicto de animosidades y pasiones, hasta sospechoso.

En la sesion del 19 de mayo se leyó, suscrita por el señor Olózaga, la proposicion siguiente:

Pedimos al Congreso, se sirva dirijir al Regente del reino un mensaje en que respetuosamente se le manifieste la cordial satisfaccion con que el Congreso ha recibido el proyecto de ley de amnistía, y la segura esperanza de que con este motivo crce debe manifestar á S. A. de verle rigiendo los destinos de la España hasta el 10 de octubre de 1844, segun el bien del pais lo exige, y conforme en un todo con las condiciones esenciales de un gobierno parlamentario. »

Apoyada hábilmente esta proposicion por el primer firmante, fué tomada en consideracion en votacion nominal, por 126 contra 5.

Puesta en seguida á discusion, fué aprobada en los mismos términos por 129 contra 1.

Acto continúo sc leyó la siguiente proposicion del Sr. Quinto. «Pido que sin pasar á las secciones, sirva de mensaje á S. A. el Regente del reino, la proposicion que acaba de aprobarse.»

Apoyada esta proposicion por su autor fué tomada en cousideracion, y aprobada sin discusion por el método ordinario. En se-guida se nombró la comision que debia poner el mensaje en manos del Regente.

¿Por qué esta prisa y precipitacion? Los dos decretos que se leyeron acto continúo, van á darnos la respuesta.

Por el primero admitia el Regente la renuncia que habian hecho de sus respectivos cargos los Sres. D. Joaquin Maria Lopez, ministro de Gracia y Justicia, presidente del consejo; don

Mateo Miguel de Ayllon, ministro de Hacienda; D. Francisco Serrano, ministro de la Guerra, y D. Fermin Caballero, ministro de la Gobernacion de la Península. Estaba refrendado el decreto por el Sr. Frias, ministro de Marina, y tenia la fecha del mismo dia 19 en que aquella sesion se celebraba.

Por el segundo nombraba el Regente á D. Alvaro Gomez Becerra, ministro de Gracia y Justicia y presidente del consejo, por renuncia de D. Joaquin Maria Lopez que desempeñaba dichos cargos.

Asi el Congreso de los diputados enviaba un mensage de felicitacion al Regente por un proyecto de ley, en el mismo acto de estar exonerado el ministerio que le habia presentado y que debia apoyarle, cuando no se sabia si seria adoptada su idea por los ministros sucesores. Digamos mas bien, que fué este mismo conocimiento que ya se tenia de la exoneracion de los ministros, lo que dió impulso á la medida del mensage.

Lo que significaba este paso, cualquiera podia fácilmente adivinarlo. Si podia quedar alguna duda, la disipó fácilmente el Sr. Uzal presentando en la mesa la proposicion que sigue.

Habiendo sido admitida por S. A. el Regente del reino la dimision que de sus cargos respectivos han hecho los Sres. don Joaquin Maria Lopez, D. Fermin Caballero, D. Joaquin de Frias, D. Mateo Miguel de Ayllon y D. Francisco Serrano, pido al Congreso, se sirva declarar que dichos señores han obtenido hasta el último momento de su permanencia en el poder, la confianza del Congreso de los diputados. »

Apoyada la proposicion por su autor fué tomada en consideracion, y aprobada nominalmente por 114 contra 3.

¿Cómo las cosas habian llegado á tan fatal estremidad? ¿Por qué habia renunciado á su cargo el ministerio Lopez? En su programa al Congreso habia este proclamado con solemnidad, que el Rey reina, pero no gobierna. Estaba muy en voga en aquella sazon este principio, que á cada paso repetian los hombres de la oposicion, que se preciaban de parlamentarios. Tomada en su rigor dicha teoría ó máxima, puede conducir hasta á un absurdo; mas la sana lógica la esplica. Que en un sistema represen55

TOMO IV.

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