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Para diligencias de la obra pía de Quintana del Pidio (1), ciento setenta y quatro reales, 0.174.

> Para mantas, quatrocientos treinta y vn reales, 0.431 (2).

* Para zera, mill quatrocientos reales y diez y siete mrs., 1.400,17.

> Para lienzo y serbilletas, nobecientos treinta y ocho reales y treinta mrs., 0.938,30.

> Para sal, quatrocientos veinte y siete reales y diez y seis mrs., 0 427,16.

> Y para garbanzos y alubias, quinientos ochenta y nuebe reales y diez y seis mrs., 0.589,16 (3).

> Todas las quales partidas componen la referida cantidad de los seten ta y cinco mill nobecientos setenta y dos reales con veinte y nuebe mrs.» Fols. 15r.-17r.

P. LUIS CARRIÓN,

0. F. M.

(1) Villa limítrofe a La Aguilera (Burgos).

(2) Termina el folio, y suma: «72.616,18.» Empieza el siguiente: «De la antecedente

72.616,18.»

(3) Suma las cantidades y resulta: «75.972,29.»

BIBLIOGRAFÍA

4. Archivo y Biblioteca de la Secretaría de Hacienda. Colección de documentos históricos. Tomo I. Dos insurgentes. Fray Luis G. Oronoz. El Br. José M. Correa. México. Tipografia de la Oficina impresora de Estampillas, Palacio Nacional, 1914. - En 4.°, págs. 260.

4. Contiene este tomo importantes documentos acerca del corista franciscano Fr. Luis Gonzaga Oronoz, uno de los principales jefes de la revolución mejicana en 1810. Es el primero un Manifiesto analítico o vida política del ciudadano Luis Gonzaga Oronoz, del Estado de México, desde el Pronunciamiento de los Dolores en 1810, hasta su llegada a Londres en 1824, de retorno para su país de la cautividad y destierros que sufriera en la Península Española por sostener la Causa Sagrada de Libertad e Independencia de la América Septentrional. Escríbelo y publícalo él mismo, para justificación de su conducta política, como para deservir con algunos trozos de la historia a la futura mexicana. Londres. Impreso por L. Thompson, 19, Great. St. Helens, 1824 (págs. 1-32). Es una reimpresión de este folleto, en el cual expresa su autor que, al darse el grito de «Libertad e Independencia en el pueblo de los Dolores por Hidalgo y Allende, residia él en el convento de la ciudad de Zacatecas. El corista Oronoz escribió una proclama revolucionaria, logrando excitar los ánimos de los mejicanos, y, puesto al frente de algunas partidas, llegó a conseguir el grado de coronel. Algunos de los Franciscanos se opusieron a la obra de Fr. Luis, y él mismo cuenta, entre los que desbarataron sus planes, al corista Fr. Juan Dávalos (pág. 6) y a Fr. Matias Gómez (pág. 17). Oronoz cayó en poder de los realistas, siendo conducido a la Habana (pág. 21) y más tarde a España a disposición del que titulaban Supremo Tribunal de Guerra e Indias. En el año de 1819 fué remitido a Cádiz, estando próximo a ser sentenciado a muerte; pero, como él mismo asegura, «se me conmutó en diez años más de confinación y encierro al Desierto de Escornalbon, en Cataluñas (pág. 25), donde le consolaba el P. Fr. Antonio Bonilla. El corista Oronoz logró finalmente salir de España, llegando después de muchos contratiempos a Londres, donde permanecia aún el 24 de Junio de 1824, fecha de este Manifiesto.

Fray Luis Gonzaga Oronoz, Religioso Francisco Americano. A la Nación Española. (págs. 33-49). Aboga con expresiones muy vehementes por ja independencia y libertad de su patria, recordando los trabajos que ha tenido que sufrir en defensa de esta causa. Este Manifiesto está fechado

en el convento de San Francisco de Barcelona, Abril 20 de 1820, y en este mismo año se publicó en México en la imprenta de Ontiveros.

Vuelto a México, Oronoz pide que el Gobierno le conceda un empleo o una pensión, hasta que el Congreso general le reconozca y premie sus servicios y penalidades por la causa de la Independencia (págs. 51-94). Hay en esta parte varios documentos referentes a obtener el premio de los méritos alcanzados por el corista franciscano Fr. Luis Gonzaga, en la proclama ción de la independencia de México. En esta ciudad residía el ex-franciscano el 9 de Junio de 1827. En 21 de Marzo de 1811 había tenido lugar una reunión definitorial extraordinaria, en la que tomaron parte los PP. Fray José Agustín de la Vega, ministro provincial, americano; Fr. José de Herrera Prieto, español; Fr. Manuel Díez, español; Fr. Santiago Arroyo, español; Fr. Andrés Rafael Salazar, americano; Fr. Alfonso Gil, español; Fr. Anselmo Gotor, español; Fr. Nicolás Pacheco, español. El objeto principal de esta Junta era «para aplicar el castigo a que se han hecho acreedores los religiosos que han tomado parte en la insurrección que ha levantado el cura del pueblo de Dolores, D. Miguel Hidalgo». Intervinieron en la insurrección los religiosos siguientes: PP Fr. José Bernardo Villaseñor, Fr. Antonio de la Luz Gálvez, Fr. Melchor Sáenz de la Santa, Fray Carlos Medina, Fr. Sebastián Manrique, Fr. Anselmo Pérez, Fr. Antonio del Río; los coristas Fr. Bartolomé Moreira, Fr. Antonio Méndez, Fr. Miguel Muro, Fr. Mariano Escobar, Fr. José Raimundo Cano, Fr. Luis Oronoz y los legos Fr. Mariano Arana y Fr. José Ramos. También se habia unido a la insurrección el P. Fr. José Antonio de Vargas, pero habia muerto ya cuando tenia lugar la sesión definitorial de 1811, en la cual se resolvió que los dichos religiosos queden privados para siempre de todos los oficios, honores, exenciones y privilegios que gozan por la Religión, privados de decir Misa, si son sacerdotes, y de poder obtener dichos empleos y recibir los sagrados órdenes, si son coristas. El corista Oronoz exhibió este documento como prueba de méritos en la causa revolucionaria (págs. 61-6). Cuando Fr. Luis Gonzaga Oronoz fué remitido preso y sentenciado al noviciado de San Francisco de la Habana era maestro de novicios en este convento el P. Fr. Luis Valdés (pág. 81).

Ya Oronoz de Visitador de Correos de Guanajuato, viene a México y obtiene que el Congreso le reconozca su grado militar y le conceda su retiro (págs. 97-124). Los documentos que acerca de este asunto se publican son varios, comenzando en 19 de Noviembre de 1827 y terminando en 1.o de Junio del año siguiente.

Tomo II.-Las Misiones de la Alta California. México, 1914. En 4.°, págs. 267.

Los documentos publicados en este segundo tomo de la misma Colección, casi todos se refieren a las misiones franciscanas. Es el primero un Manifiesto que el Discretorio del apostólico Colegio de San Fernando hizo al Rey en 26 de Febrero de 1776, sobre los nuevos descubrimientos de la Alta California (págs. 27-85).

Está suscrito por los PP. Fr. Francisco Pangua, guardian. Fr. Juan Antonio Pico, Fr. Rafael Verger, Fr. Juan Ignacio Gastón, Fr. Esteban Antonio Pérez de Arenaza, Fr. Juan Ramos de Lora y Fr. Domingo Bengoechea. Encierra el Manifiesto curiosas e importantes noticias, pues menciona el Diario del P. Fr. Juan Crespi «que acompañó las expediciones de tierra en los años de 1769, 1770 у 1772» para descubrir los puertos de San Diego, Monterrey y San Francisco; el Diario del P. Fr. Miguel Campa que con su compañero el P. Fr. Benito Sierra tomaron en 1775 posesión del puerto de la Santisima Trinidad e hicieron otros importantes descubrimientos. Alúdese en él a la expedición realizada en el año de 1774 por el P. Fr. Tomás de la Peña (pag. 35), y al Diario del P. Fr. Francisco Palou, «que escribió acompañando al capitán D. Fernando Riveras en el año de 1774, yendo como capellan del paquebot San Carlos, el P. Fr. Vicente de Santa María (pág. 44). El mismo paquebot en el año de 1769 hizo otra expedición «llevando de capellán al P. Fr. Fernando Parron» pag. 66), y en el mismo año el San Antonio, que salió de la bahía de San Bartolomé. llevó de capellanes a los PP. Fr. Juan Vizcayno y Fr. Francisco Gómez (pág. 67). Hiciéronse otras expediciones por tierra de las que formaban parte los PP. Fr. Juan Crespi y Fr. Junipero Serra (págs. 67 sigs.). Dase cuenta en el Manifiesto de la misión de San Carlos fundada por el P. Serra en 1770 (págs. 72-3); de la misión de San Diego fundada en 1769 (pág. 74); de las misiones de San Gabriel de los Temblores, San Luis, obispo de Tolosa y San Antonio de Padua, fundadas en los años de 1771 y 1772 (páginas 74-6). Contiene este Manifiesto muy importantes noticias sobre los trabajos de los misioneros franciscanos, y sobre el territorio evangelizado milagrosamente por la Ven. Sor Maria de Jesús de Agreda, y concluye con un Estado general que tenian las misiones en el mes de Diciembre de 1774.

Memoria que presenta al Rey nuestro señor el teniente de navio D. Francisco de Paula Tamariz, sobre mejorar el sistema de gobierno de la Alta California.-Real orden de 5 de Julio de 1814. - Carta del Virrey Calleja a los Gobernadores de las Californias. - Aviso de recibo de la Real orden citada (págs. 87-117).

D Francisco de Paula Tamariz expone las grandes riquezas de la Alta California, y se lamenta de que no se obtengan mayores utilidades en esta provincia por haber caido bajo unas manos que tratan de que no pueda ser util a otras, sino que les proporcione la subsistencia a los que la poseen y al convento de San Fernando de México, el cual provee de misioneros a aquellas misiones, con el nombre supuesto de tales, pues que verdaderamente no son otra cosa que unos curas de ellas, poseedores de aquel terreno, y que sólo cultivan lo que necesitan para los objetos indicados, sin atender más que a sus particulares miras y no a las de la Nacion (página 90). En torno de esta idea gira toda la Memoria, y expone la necesidad de aprovecharse de las riquezas de la California.

La Real orden dispone que se forme una junta compuesta de cinco o siete individuos que examinen la Memoria referida, y vean los medios que deberían emplearse para aumentar la población, agricultura y comercio de la Alta California (pág. 111)

Parecer formado por el Padre Domingo Rivas a petición de D. Joaquín Cortina, en repulsa del informe dado a S. M. sobre mejoras de la Nueva California (págs. 119-94).

Es una refutación vigorosa y contundente de la Memoria anterior. Refiere la fundación, llevada a cabo en el año de 1798, de la Misión de San Luis, rey, por los PP. Fr. Fermín de Laruen, Fr. Juan de Santiago y Fray Antonio Pieri (págs. 185 sigs.). Asistió al acto el mismo P. Fr. Domingo Rivas, y una vez fundada la misión fué destinado a ella el P. Fr. José Faura (pág. 186). Cuenta los desórdenes cometidos por el Sr. Tamariz con las indias de la misión de San Diego, por los cuales le reprendieron pública. mente los misioneros, tomando de aqui motivo para vengarse de ellos.

-Respuesta del R. P. Guardián Fr. Juan Calzada al excelentísimo señor Virrey, dándole las razones por las que no han sido entregadas a las Jurisdicciones Real, Ordinaria y Eclesiástica las Misiones de la Alta California (págs. 195-254).

Comienza con una comunicación del P. Fr. Baldomero López, guardián del Colegio de San Fernando de Méjico, fechada el 14 de Septiembre de 1824, en la que participa al Presidente y Vocales de la Junta de Fomento de California haber ordenado al Prefecto de las Misiones, P. Fr. Mariano Payeras, con fecha 3 de Febrero de 1821, que hiciese entrega de las mismas al Diocesano de Sonora, las cuales éste no quiso aceptar «por tener entera confianza y satisfacción de los PP. Misioneros de San Fernando».

Sigue la Respuesta del P. Calzada, fechada el 7 de Agosto de 1818. En ella hace una breve historia de los Colegios Apostólicos de Méjico y de las misiones que éstos administraban, asi como de los trabajos realizados en beneficio de los indios californios, y alabanzas que por ellos han merecido. Hace alusión a cartas de los misioneros PP. Fr. Vicente Sarria, Fray Narciso Durán y Fr. José Sánchez. El primero se ocupa de las expediciones realizadas en 1817 por el P. Fr. Pedro Muñoz, ministro de la misión de San Fernando. Recuérdase el gran pesar que tuvo el arzobispo señor Lorenzana por haber quitado algunas misiones al Colegio de San Fernando en 1770 (págs. 247-8).

Informe del Administrador del fondo piadoso de Californias al Presidente de la Federación; capitales impuestos; poca esperanza de cobrar sus réditos; deterioro de las fincas rurales, etc, etc (págs. 255-67).

Está fechado en Méjico el 6 de Marzo de 1825 y suscrito por D. José Ildefonso González del Castillo. Habla en él de haber girado cierta cantidad de dinero a favor del R P. Procurador de la Alta California Fr. Juan Cortés, y expresa las necesidades que padecían los misioneros franciscanos, a causa de no satisfacérseles los sinodos; dice «que las misiones de estos son vivas; que ellos han hecho la pacífica, religiosa e industriosa conquista de toda la Alta California; que han padecido necesidades de consideración, viéndose muchas veces privados de ropa interior, de chocolate, de polvos, de cera para el santo Sacrificio; que la precisión les ha hecho celebrar con sebo, y, finalmente, que con sus afanes y continuo trabajo en lo espiritual y temporal, no sólo han conservado aquel remoto y dilatado territorio en paz y quietud, sino que casi han mantenido toda la tropa de la provincia, suministrando, aunque con perjuicio de los neófitos, crecidisimas sumas en efectos, a los Gobernadores para los soldados...>>-PADRE ATANASIO LÓPEZ.

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