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ས.

Entre estos y el rey no existia la mútua confianza necesaria para la identidad de principios; hombres de buena fé en los suyos y de una estricta legalidad fertenecientes á las Córtes de Cádiz, se empeñaron en volver las cosas al estado que tenian el año 14, y el rey deseaba retroceder más hasta el año 8; con tan distantes opiniones entre la Corona y su ministro se abrieron las primeras Córtes de la época que nos ocupa en 9 de Julio de 1820, asistiendo el rey y jurando la Constitucion como primer acto de esta sesion régia, el cual fué saludado con aplausos y vivas. Despues de terminado, siguió el discurso del presidente y contestacion del rey, que se retiró despues atravesando por una multitud de pueblo que le victoreaba, porque la alegría de los adictos al sistema constitucional y la curiosidad y novedad de los aficionados á fiestas nuevas y aparatos brillantes sobrepujaban la indiferencia ó tristeza que en otros rostros se pintaba, denunciándolos como enemigos del sistema que acababa de reanudar sus tareas de Cádiz y de la Isla.

Sin embargo, ya no animaba un solo espíritu el Congreso de que hablamos: una mayoría jóven, fogosa y exaltada, fruto del sistema empleado para las elecciones, iba á luchar con una minoría exaltada tambien en las primeras Córtes, pero á quien la experiencia y la escuela de la desgracia habia modificado mucho, si no en sus doctrinas de la escuela liberal, al menos en los medios y oportunidad de convertirlas en hechos.

VI.

Además de estas medias tintas, que desde un principio se notaron en los diputados, presagiaban al país que sus sesiones y acuerdos habian de ser borrascosos:

1. Por lo referido de falta de confianza entre el rey y sus ministros.

2. Por las tendencias de estos en sus proposiciones á las Córtes, perteneciendo casi todos ó todos á la minoría.

3. Porque parecia imposible que el rey, á pesar de lo expresado en su discurso, hubiera cambiado tan de repente en las ideas y hábitos de su vida, sometiéndose á un régimen que él mismo habia castigado.

4. Porque la nobleza no podia tampoco recibir con resignacion la nueva abolicion de sus privilegios.

5. El clero tampoco podia permanecer impasible ante las instituciones que quebrantaban su influencia.

6.o y último. Por la intemperancia de la exaltacion de las sociedades patrióticas, el abuso del derecho de asociacion, las fogosas declamaciones de los tribunos, y las decisiones que producian en estos centros, influyendo en las del Congreso constituido como si aquellos le fuesen superiores; y aun el mismo pueblo que asistia á ellos, iba formándose asímismo en las ideas de la escuela liberal; no podia pasar de repente y con templanza á ellas, desde la absolutista, por lo cual no pocas veces iba más allá de lo que sus maestros deseaban en sus apreciaciones y demostraciones, para conseguirlas, pues, inscritos en las referidas sociedades muchos jóvenes que, aunque en sus carreras concluidas ó

TOMO II.

por concluir,

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y sin otro mérito ni importancia que lo que creian en su inscripcion, ambicionaban y pedian destinos, para lo cual nececesariamente habia que pedir ó destituciones ó nuevas creaciones.

VII.

Por la tumultaria exigencia de que saliera del ministerio el marqués de las Amarillas, se disolvió la sociedad de Lorencini; pero esta vindicacion del principio de autoridad no podia ser bien admitida por las demás sociedades, en las cuales habia diputados, generales, altos empleados, elocuentes oradores, como Galiano en La Fontana, y otros que por su posicion llegaron á ejercer cierta presion sobre el gobierno, ejército y milicias.

Con los elementos que hemos señalado desde el principio de esta reseña sobre las primeras Córtes empezaron sus tareas, y el resultado de estas demostró la veracidad de lo que hemos expuesto, por lo acalorado de los debates y resultado de ellos, pues á los decretos de reformas exageradas seguian otros de carácter y espíritu monárquicos, contribuyendo no poco los diputados americanos al lamentable giro de la sesiones por lo interesados que estaban en la independencia de su país.

VIII.

La dotacion de la casa real, la decision sobre la suerte de los diputados llamados persas, la de la ordenanza y disciplina militar, la medida general de declarar beneméritos de la.

patria á todos los individuos, jefes y soldados de los ejércitos » de la isla y de Galicia, extensiva despues á la guarnicion de Madrid, Juntas de San Fernando, Coruña, Oviedo, Zaragoza y demás juntas y cuerpos de ejército que hubiesen proclamado la Constitucion antes que el rey la jurase, no podian dejar de ocasionar borrascosos debates, fomentar intrigas y descontentos en el servicio público.

Pero sobre todo, la sesion en que se habló de las ovaciones de que habia sido objeto en Madrid D. Rafael del Riego, de su destitucion, de la capitanía general que se le habia conferido ó la disolucion del ejército de la isla, y sobre todo, del incidente que promovió el principio del debate por haber habido el dia antes á las puertas de Palacio algunos gitos de joiva el rey! sin añadir la palabra constitucional, fué la sesion más borrascosa y que dividió la Asamblea en dos partidos completamente separados, y que despues tomaron el nombre de exaltados y de moderados: copiamos algunos párrafos de los discursos de unos y otros, y el lector juzgará como le parezca, diciendo nosotros que únicamente estuvieron de acuerdo en un solo principio, y era el de no tocar al Código de 1812.

IX.

Usó de la palabra el conde de Toreno, el cual era juzgado como moderado, igualmente que todos los diputados de los doce años anteriores, con relacion á los exaltados del año de 20, y dijo lo siguiente: «Yo bien sé que no pueden ser estos (con relacion á los alborotadores de la noche anterior). más que enemigos de la Constitucion, serviles, que valién

dose del nombre de la Constitucion y del rey, atacan las leyes y maquinan la ruina del sistema que nos ha dado la libertad. Si los ministros no han tenido un carácter firme, y tal cual se requiere en semejantes circunstancias para proceder contra cualquiera, bien sea del seno del Palacio ó de los mismos. criados del rey, exíjaseles la responsabilidad. Por lo demás, los diputados de la nacion conservarán el carácter que les corresponde, y primero consentirán verse sepultados bajo las ruinas de este edificio, que dejar de cumplir con los deberes que la nacion les ha impuesto. Si los secretarios del despacho no han tomado todas las providencias que están á su alcance para impedir cualquier complot que pueda haber éxito, serán responsables ante la ley, y esta responsabilidad se hará efectiva si, pudiendo impedirlo, permiten que se turbe la tranquilidad pública... Si hemos sido imparciales con personas que nos eran tan caras por los servicios hechos á la patria, seremos inflexibles, y yo el primero, contra los ministros; no conociendo á las personas sino á las leyes, y siendo víctimas de ellas por no faltar á nuestro deber.>

X.

A consecuencia de la aprobacion de la proposicion que habia motivado este discurso, se presentaron estos, y el de Gobernacion hizo una reseña de los sucesos del dia anterior, oficios que habian mediado entre las autoridades, etc.; pero el diputado Peralea, calificando de subversivos los vivas dados al rey en Palacio, atribuyéndolos á los serviles, que decia calumniaban á los liberales suponiéndoles planes de república, aumentó el interés de la discusion; quejóse tambien

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