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son lícitas las pruebas que de él emanen para confirmar las que llevamos expuestas, entonces podemos asegurar que, aparte las obras poéticas del gusto é idioma lemosin (50), en lo demas todo conduce à demostrar que Navarra sintió la influencia aragonesa y que alli no se usaron los idiomas latino, lemosin, francés ni vascuence, sino solo el castellano desde que tuvo nacimiento. Cuantos documentos hemos examinado nos han conducido á esa misma conclusion: hemos observado que hasta la mitad del siglo XII no hay un solo documento que no sea latino; que desde entonces se ha usado con preferencia al latin y con esclusion de otros el romance puro;

que el fuero general de Navarra, el cual tiene pasages tomados á la letra del de Sobrarbe, entre ellos el prólogo y el artículo I sobre la eleccion de rey, ofrece una muestra del lenguage ya bastante formado que se usaba en la primera mitad del siglo XIII; que en las donaciones, privilegios y demas instrumentos públicos hay absoluta analogia con las prácticas y el lenguage de Aragon hasta en las fórmulas ó rúbricas curiales; que esto no se verifica solo en los pueblos comarcanos al reino de Aragon, como Tudela, Cascante (51) y otros de esa merindad, sino aun en los mas avecindados al Pirineo, y por consiguiente mas sometidos á la influencia francesa ó vascongada; que es finalmente en

(50) En 1847 publicó D. Pablo de Ilárregui un poema lemosin sobre la Guerra civil de Pamplona (sig. XIII) compuesto por el francés Guillermo Aneliers: esto como se vé no es literatura navarra, pero se cita porque en. el prólogo contiene algunas observaciones, conformes con las nuestras, relativas al uso, pero no uso vulgar, del idioma lemosin.

(31) Véase una muestra de lenguage, que suponemos inédita, tomada de un documento que, con otros varios del siglo XIV, hemos visto en el archivo municipal de aquella ciudad. Es un Ordenamiento sobre distribucion de aguas, su fecha 1254 Memoria sea para todo tiempo ad in perpetuum como auemos las aguas de Tarazona.... los de Tudela todos los doce meses del annyo en cada mes... e deuen ir el alamin cristiano e el alamin moro con

casi todos ellos tan idéntico con el de Aragon el dialecto familiar, como que apenas hay palabra ó frase que no les sea perfectamente comun, observacion que hemos hecho practicamente recorriendo el reino de Navarra antes y despues de formar nuestro Vocabulario, pero que no puede hacerse sobre el Diccionario de las palabras anticuadas que contienen los documentos de Navarra (por D. José Yangüas 1854), en donde, si bien se hallan esplicadas cerca de mil quinientas voces, son simplemente anticuadas á nuestro entender (esto es corrientes en los documentos de Castilla) muy cerca de mil de ellas, siendo curiosas y dignas de estudio (algunas por su orígen francés) unas cuatrocientas, y no legando á cuarenta (32) las que, como verdaderamente aragonesas, habiamos incluido ya nosotros en nuestro vocabulario.

Queda pues demostrado con la historia de Aragon, y comprobado con la de Navarra que en estos reinos tuvo el idioma español las mismas vicisitudes y épocas que en Castilla, á quien venció bajo mas de un aspecto, sin que nunca hayan existido ni existan hoy mismo sino aquellas diferencias naturales entre provincias que cultivaron diversas relaciones, que mantuvieron entre sí por mas o menos tiempo cierto forzado aislamiento, y que en algun modo conservaron su

lures cauacequias guardas, et deuen ir á Tarazona el XXI del mes, por la almoceda e deuen citar á los zabacequias del rio mayor de Magallon et a todos los otros zabacequias de los otros rios de Tarazona, e a otro dia de la manyana, que es XXII dias, que sean todos en la presa de Magallon al sol salido etc.»>

(52) Tales son adula, atrebudar (atreudar), aturar, calonia, cena, comanda, cuitre, doncas (duncas), dula, encalzar (engalzar) emparanza, encara, escaliar, ganancia (bijos de), goaitar (aguaitar), greu (greuge), honor, jubero, lecxa (leja), lezda, mala-voz, meitadenco, parar, pareilla, rabat, vistraer, zabazequia y zalmedina.

carácter tradicional y con él algunos resabios y modismos; pues, como dice el anónimo autor del Diálogo de las lenguas, <«cada provincia tiene sus vocablos propios y sus maneras propias de decir, y es así que el aragonés tiene unos vocablos propios y unas propias maneras de decir, y el andaluz tiene otros y otras.»

H.

A este exámeu vámos á dedicar el resto de nuestra tarea, procurando señalar la procedencia de algunas palabras, legitimando en lo posible su uso, probando que á su invencion ha precedido instintivamente el mejor juicio, y manifestando que no son barbarismos de gente inculta, sino á veces primores que el idioma castellano debiera prohijar (53) ó no haber abandonado. Entiéndase que para la formacion de este discurso, asi como para la del Diccionario que le sigue, hemos de servirnos, en cuanto nos sea dable, de escritores aragoneses, de anuncios é inscripciones oficiales, de avisos impresos, de la conversacion de personas cultas, y solo en donde todo esto no alcance, del habla comun de los aragoneses. No abultaremos, pues, el vocabulario ni la crítica con palabras de las que frecuentemente se improvisan pero no se estienden ni se hacen permanentes: tampoco no lo haremos con las locuciones latinas usadas por nuestros foristas como ne pendente apellatione, artículo de toliforciam, sentencia de lite pendente, neutram y otras, pues aunque

[53] «Yo en caso de haber de formar algun vocablo nuevo, dice Mayans en sus Origenes, antes le tomaria de las provincias de España que de las estrañas, antes de la lengua latina cɔmo mas conocida que de otra muerta,»

sabemos que la Academia incluye algunas locuciones latinas, de antiguo castellanizadas, no le hace, y esto con su habitual prudencia, sino cuando son del dominio general y no del tecnicismo de una ciencia; ni tenemos por verdaderamente aragonesas, aunque de uso particular de nuestros escritores, algunas libertades derivadas del idioma castellano, como tierra baja para denotar cierta comarca de la derecha del Ebro y alto Aragon para denotar la de la izquierda, turbante en sentido del que turba, comisante por el que comisa y adminiculado de adminicular, voces usadas por Larripa; adrezar que dice Blancas; catedrero que consignan los Gestis de la Universidad de Zaragoza; consimile por semejante; reforme por reforma y tisiquez por tisis, que hemos leido en otra parte; caminos circunstantes que tambien hemos visto usado; membranáceo que dice no mal, en lugar de membranoso, el racionero Latassa; comisarios (54), cercenadores, lugar tenientes y otros cargos que no puede especificar el Diccionario de la lengua y que sin embargo son corrientes en los tratados de legislacion aragonesa.

Procedemos en este punto con tal cautela y tan desapasionadamente, que ni damos cabida á algunas palabras (55) por el solo hecho de hallarse en nuestros autores y no en el Diccionario de la Academia; ni incluimos otras que son explicadas como aragonesas por algunos escritores pero que en el Diccionario oficial figuran como castellanas, tales son universidades, gramallu, pedreñal y otras varias; ni acre

(54) Aludimos á los comisarios forales, los de viedas, los de transeuntes, los de la sal, los de los bienes aprehensos y otros.

(55) Como laticlavo y angostoclavo que usa Cuenca, pero que proceden directamente del latin y se hallan adoptadas por los franceses y aun castellanizadas en algunos diccionarios de ambas lenguas.

cemos mucho nuestro Vocabulario con otras cuya definicion académica no tiene el alcance de los textos aragoneses como en aquellas hermosas palabras de la Union «porque non querrian, si Deus e el seynor rey quissies, tener ni seguir otra carrera que la suya;» ni aun reputamos como aragonesa la palabra dosel usada en las coronaciones de Blancas y calificada como esencialmente aragonesa por él y su comentador el cronista Andrés, el cual para su mejor inteligencia se refiere, bien inoportunamente por cierto, al Tesoro de Covarrubias y al Comento del Polifemo, escrito por Garcia Coronel, cuyos autores no le dejan muy airoso con sus declaraciones.

Lo mismo hemos practicado con algunas palabras puramente lemosinas ó catalanas como mueix, res, tantost, apres, nueyt, muyto, destrenyer (acosar), los adverbios en ment o mientre, y con mucha mas razon cercar por buscar que usa el Códice de los Privilegios de la Union, y environar por cercar que dijo el rey D. Martin en la famosa oracion con que abrió las cortes de 1398. Hemos tambien omitido algunos de los muchos tributos ó pechas que en documentos latinos aparecen, pero que no creemos del todo aragoneses, como plantáticum que se pagaba por echar el ancla, plateaticum por pasar las plazas, porcagium por los cerdos, salinaticum por la sal, portulaticum y tavitáticum por las naves, etc.; y tambien algunos de los oficios de la casa real, como subbotellerius, subfornarius, sobrecoch (gefe de la cocina) y otros varios, si bien con esta ocasion enumeraremos los que se hallan discernidos en las Ordinaciones de la Real casa de Aragon, compiladas por Pedro IV en idioma lemosin el año 1344, traducidas al castellano en 1562

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