Cuando tomé la isla de Margarita, los rebeldes emigraron de esta plaza á Cartagena y Santafé de Bogota, en donde disciplinaron tropas para oponernos, otros se fueron para las Antillas esperando lo que sucedió, que mis tropas se disminuyesen para intentar otra revolucion en Barcelona, Cumaná, Margarita y Guayana, y en este proyecto estan ayudados por los malcontentos de Francia y algunos especuladores de Inglaterra. Cuando tomé á Cartagena, los rebeldes emigraron a los Cayos con la intencion de unirse allí para hacer un ataque en el lugar de la costa ménos defendido, y si fuesen rechazados dabian contentarse con el pillage y reembarcarse. Con los frutos que saquean compran fusiles, y estoy informado que tienen un depósito en Puerto-Principe, como de doce mil, segun lo dije en mi anterior comunicacion. Por esta esposicion V. E. verá que si los rebeldes pierden terreno, á lo menos concentran sus fuerzas, por cuyo medio estan siempre mejor puestos que nosotros en cualquier punto que quieran ocupar. Ruego á V. E. tome en consideracion que las fuerzas estacionadas en Venezuela, cuando el pueblo reconocia la autoridad del rey, eran dobles del número que hay ahora para contrarestar á los rebeldes, y con todo nuestras tropas estan en campaña aunque muy disminuidas en número y fuerza. Las mismas observaciones se pueden estender á la Nueva Granada; y por lo que he observado á mi marcha, tengo motivo de creer que la provincia de Cartagena será ahora leal; pero las otras solo esperan la oportunidad de poner en ejecucion sus planes revolucionarios. «Los curas estan particularmente desafectos, ni uno parece adicto á la causa del rey. » Ya he espresado mis deseos á V. E. de mandar misioneros, ahora añado la necesidad de mandar igualmente teólogos y abogados de España. «< Si el rey quiere subyugar estas provincias, las mismas medidas se deben tomar que al principio de la conquista. >> En mi anterior comunicacion hice ver á V. E. que necesitaba tropas para mantener pacifico este vireinato : ahora repito que ese socorro no se puede dispensar, porque aunque podemos subyugar el pais, no nos podemos fiar ni de las tropas de la division mandada por Calzada, ni de la vanguardia de la orilla derecha del rio Magdalena, porque son compuestas de criollos, que probablemente desertarian y se irian á Venezuela, aumentando asi la fuerza del enemigo. Estas divisiones sin embargo estan compuestas de hombres bravos, capaces de ser disciplinados, y seria mejor mandarlas al Perú en donde serian de mas utilidad, aunque ahora tienen demasiado que hacer en Antioquía, Popayan y Chocó, todas provincias rebeldes. Estas propuestas las hago suponiendo que los refuerzos serán mandados inmediatamente, porque si no se hace ahora, no sé lo que se necesitará para mantener nuestro poder aquí. Dos puntos de la mayor importancia estan ahora atacados por los rebeldes de Venezuela, Margarita y Guayana. En Margarita los rebeldes son bien mandados, estan bien provistos de todo, y se baten desesperadamente. Las tropas del rey han sido obligadas á obrar á la. defensiva; y si Bolivar llega con su espedicion armada en los Cayos, no sé cual será la suerte de Margarita, ni la de Cumaná. El ataque de los rebeldes sobre Margarita está combinado con el de Guayana, en donde se hallan en muy crecido número al rededor de Angostura, capital de la provincia, y en consecuencia, interceptan la remision de ganados, y probablemente obligarán la guarnicion á rendirse sin batirse, porque en esa ciudad hay un partido á favor de los insurgentes. Yo consideraba la provincia de Guayana de tanta importancia que me atrevi à observar á su magestad en Madrid: que una vez perdida, Caracas y Santafé de Bogota estaban en peligro, y ruego á V. E. que mire los mapas y observe los rios de Orinoco, Apure y Méta, que son mucho mas navegables que lo que yo pensaba que eran antes de dejar á Madrid. Las mismas observaciones se pueden estender á muchos rios en los Llanos, en donde los rebeldes tienen el mando absoluto y nos cortan toda comunicacion con sus riveras, en donde hay ganado á toda discrecion, y en donde las ciu dades situadas en los cerros estan abastecidas. Los rebeldes en Venezuela han adoptado el plan de hacer la guerra por guerrillas que son fuertes y numerosas, y en esto han imitado el plan seguido en España en la última guerra; y si Bolivar ó algun otro gefe de estimacion entre ellos, tomara el mando de esas guerrillas podrian obrar vigorosamente. Se piensa en España, que el espíritu de revolucion en este pais está confinado a pocos individuos, pero es menester desengañar á V. E. En Venezuela especialmente ese espíritu es general. Yo no creo que en este vireinato exista una inclinacion tan fuerte á la rebelion; sin embargo debo insistir en la necesidad de aumentar las tropas. La guarnicion de Cartagena padece mucho de enfermedades, y es menester que las fuerzas militares estacionadas en la Nueva Granada, sean dobles de lo que eran en el siglo pasado. Si perdemos á Margarita los insurgentes lat fortificarán, y con sus piratas interrumpirán nuestro comercio del golfo de Méjico. Será X. |
