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PARA LA HISTORIA

SOBRE LA ADMINISTRACION

DEL

MARQUES DE LA PEZUELA

EN LA ISLA DE CUBA,

DESDE 3 DE DICIEMBRE DE 1853 HASTA 21 DE SETIEMBRE DE 1854,

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OCT 1.1906

L.M. PÉREZ.

Es propiedad del autor.

APUNTES

para la historia

SOBRE LA ADMINISTRACION

DEL

MARQUES DE LA PEZUELA

EN LA ISLA DE CUBA,

desde 3 de diciembre de 1853 hasta 21 de setiembre de 1854.

CAUSAS QUE IMPULSARON SU NOMBRAMIENTO.

TAL Vez sea el marqués de la Pezuela de los pocos que han sido gobernadores de la Grande Antilla sin haberlo pedido ni deseado. Estaba muy léjos de pensar en atravesar el Atlántico, cuando supo, con no poca sorpresa, que la Gaceta oficial del 23 de setiembre de 1853, contenia el Real decreto por el que S. M. le nombraba gobernador y capitan general de la isla de Cuba.

Algunos periódicos de aquella época hablaron de ciertos ofrecimientos que el noble Marqués habia rehusado, y en varios círculos se tradujo el repentino nombramiento por un ingenioso medio de alejarle de la corte, en la que se le suponia grande influencia. Otros esplicaban el nombramiento por la necesidad de acallar ciertas quejas del gobierno inglés, relativas al tráfico

de esclavos, para lo cual se juzgaba á propósito al señor Pezuela, por lo rígido que ha sido siempre en el cumplimiento de sus deberes. Sea de esto lo que fuere, ello es que el Gobierno dió al marqués de la Pezuela una prueba de lo mucho que esperaba de sus luces é integridad, confiándole, además de la Capitanía general, la Superintendencia y otros cargos que no habian tenido sus antecesores.

El marqués de la Pezuela, cuyo pundonor reconocen hasta sus enemigos políticos, no quiso pasar á las Antillas sin conferenciar ántes con los ministros acerca de algunos puntos importantes, porque deseaba que las medidas que tomase fuesen aprobadas por el Supremo Gobierno, y no sabía si las miras del ministerio, respecto á la isla de Cuba, eran conformes á las suyas, estando dispuesto á renunciar los honrosos cargos que se le habian conferido, en caso contrario.

Entre los varios puntos importantes que se tocaron en estas conferencias, figuró la represion de la trata. El gobierno inglés habia pasado notas muy sérias al nuestro, durante el mando del general Cañedo, y necesitando los buques del crucero de Africa, caso de declararse la guerra de Oriente, exigia del gobierno español el cumplimiento de los tratados, en términos que revelaban la intencion de no dejarlos burlar por mas tiempo. El ministerio Sartorius habia ofrecido del modo mas solemne, que no se omitiria medio para impedir la introduccion de esclavos en la isla de Cuba, y el general Pezuela fué especialmente encargado de llenar este nuevo compromiso. Dirémos en obsequio de la ver

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