Coleccion de trozos escojidos de los mejores hablistas castellanos: en verso y prosa, heeha para el uso de la casa de education sita en la calle de San Mateo de esta corteImp. de Don Leon Amarita, Carrera de San Francisco, 1821 |
Dentro del libro
Resultados 6-10 de 31
Página 145
... causa mas jus- ta de hacer la guerra , que volver por lijion , librar los cristianos de servidumbre , los cuales Dios inmortal quiso fuesen seño- res de todas las jentes ? Si de las guerras se pretende y desea interes , ¿ de dónde le po ...
... causa mas jus- ta de hacer la guerra , que volver por lijion , librar los cristianos de servidumbre , los cuales Dios inmortal quiso fuesen seño- res de todas las jentes ? Si de las guerras se pretende y desea interes , ¿ de dónde le po ...
Página 146
... causas un encendido deseo de apoderarse de esta ciudad , asi por su nobleza , como porque ella tomada , era forzoso que el im- perio de los moros de todo punto mengua- se , tanto mas que los aragoneses con gran gloria y honra suya se ...
... causas un encendido deseo de apoderarse de esta ciudad , asi por su nobleza , como porque ella tomada , era forzoso que el im- perio de los moros de todo punto mengua- se , tanto mas que los aragoneses con gran gloria y honra suya se ...
Página 169
... causa de esta llaga y afrenta miserable . Basten los yerros pasa- dos , sirvan de escarmiento los males , que padecemos . Los desórdenes de antes mas se pueden tachar que trocar esto es lo peor que ellos tienen . Pero si va á decir ...
... causa de esta llaga y afrenta miserable . Basten los yerros pasa- dos , sirvan de escarmiento los males , que padecemos . Los desórdenes de antes mas se pueden tachar que trocar esto es lo peor que ellos tienen . Pero si va á decir ...
Página 172
... causa tantas ciudades y prín- cipes , de comun consentimiento dejadas las armas , juntan sus fuerzas , sino para acudir debajo de vuestras banderas á esta santísi- ma guerra , para mirar por la salud comun y vengar las injurias de ...
... causa tantas ciudades y prín- cipes , de comun consentimiento dejadas las armas , juntan sus fuerzas , sino para acudir debajo de vuestras banderas á esta santísi- ma guerra , para mirar por la salud comun y vengar las injurias de ...
Página 181
... causa , que se volviese á perder lo ganado . Los trabajos no son grandes , á causa que á los reyes nunca falta el regalo y el servicio y el aplauso , que todos les dan , hace que se sientan menos las incomodidades . ¿ Pues qué diré de ...
... causa , que se volviese á perder lo ganado . Los trabajos no son grandes , á causa que á los reyes nunca falta el regalo y el servicio y el aplauso , que todos les dan , hace que se sientan menos las incomodidades . ¿ Pues qué diré de ...
Otras ediciones - Ver todas
Colección de trozos escojidos [sic] de los mejores hablistas castellanos en ... Vista completa - 1821 |
Términos y frases comunes
acometer agra amigos andantes ánimo aora armas arte artes asno batalla Berenguer de Entenza brazo buen caballeros caballos capitan Carlos III castillo cielo cion concilio de Mantua corazon cosas cristianos cuya daño debe debeis debia dejó demas despues dice digno digo dijo dilijencia dió dumbre ejército enemigos enmedio entonces escudero espada España esperanza espíritu estaba exorta felicidad fuerzas gloria guerra gusto habeis habia halla Hernan Cortés hijos hizo Idem injenio interes jeneral jénero jente jigantes llegó mano merced mirar moros muerte mundo nacion Nápoles Narvaez noche nombre nues ojos Oracion parece paso Pedro de Alvarado pelear peligro poco podia primero príncipe público pudo pueblo puerto Lápice Quijote razon rebuzno reino relijion resolucion respondió Sancho Rocinante Sancho Panza siglos soldados suelo tambien templo teneis tenia tierra tros vencidos venia ventura verdad victoria volver Zempoala
Pasajes populares
Página 54 - Mi paz os doy, mi paz os dejo, paz sea con vosotros"; bien como joya y prenda dada y dejada de tal mano : joya que, sin ella, en la tierra ni en el cielo puede haber bien alguno.
Página 61 - Bien hayan aquellos benditos siglos que carecieron de la espantable furia de aquestos endemoniados instrumentos de la artillería, a cuyo inventor tengo para mí que en el infierno se le está dando el premio de su diabólica invención...
Página 5 - Quijote-, que las cosas de la guerra, más que otras, están sujetas a continua mudanza: cuanto más, que yo pienso, y es así verdad, que aquel sabio Frestón que me robó el aposento y los libros ha vuelto estos gigantes en molinos por quitarme la gloria de su vencimiento: tal es la enemistad que me tiene: mas, al cabo al cabo, han de poder poco sus malas artes contra la bondad de mi espada.
Página 123 - ... mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia los unos con los otros ; el cuerpo entre dos extremos, ni grande ni pequeño, la color viva, antes blanca que morena, algo cargado de espaldas, y no muy ligero de pies...
Página 15 - Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes: a nadie le era necesario para alcanzar su ordinario sustento tomar otro trabajo que alzar la mano y alcanzarle de las robustas encinas, que liberalmente les estaban convidando con su dulce y sazonado fruto.
Página 20 - Plata. El otro de las armas de las flores de oro, que trae en el escudo tres coronas de plata en campo azul, es el temido Micocolembo, Gran Duque de Quirocia.
Página 41 - Sancho amigo, has de saber que yo nací, por querer del cielo, en esta nuestra edad de hierro para resucitar en ella la de oro, o la dorada, como suele llamarse. Yo soy aquel para quien están guardados los peligros, las grandes hazañas, los valerosos hechos.
Página 20 - ... —Aquel caballero que allí ves de las armas jaldes, que trae en el escudo un león coronado, rendido a los pies de una doncella, es el valeroso Laurcalco, señor de la Puente de Plata. El otro de las armas de las flores...
Página 1 - ¿Quién duda sino que en los venideros tiempos, cuando salga a luz la verdadera historia de mis famosos hechos, que el sabio que los escribiere no ponga, cuando llegue a contar esta mi primera salida tan de mañana, desta manera?
Página 17 - No había la fraude, el engaño ni la malicia mezcládose con la verdad y llaneza. La justicia se estaba en sus propios términos, sin que la osasen turbar ni ofender los del favor y los del interese, que tanto ahora la menoscaban, turban y persiguen.