Mi nueva piel blanquea como el lino lavado y asoleado, y las lágrimas adheridas á su superficie me visten enteramente de una túnica de gemas finas, de oriente suave. No merezco esta vestidura de fiesta real. Ahora, el infinito se me aparece en su verdadera... La Lectura: revista de ciencias y de artes - Página 7 1904 Vista completa -
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