 | Mario Méndez Bejarano - 1922 - 500 páginas
...castigado el insolente orgullo del impío; á El se deben también las alabanzas: Bendita, Señor, sea tu grandeza, Que después de los daños padecidos, Después de nuestras culpas y castigo, Rompíate al enemigo De la antigua soberbia la dureza. Adórente, Señor, tns escogidos; Confiese cuanto... | |
 | Pedro Blanco Suárez - 1923 - 364 páginas
...cristiano y por el nombre santo de BU gloria, a su España concede esta victoria. Bendita, Señor, sea tu grandeza ; que después de los daños padecidos, después...rebelde, condenada, perezca en bravas llamas abrasada!". CANCIÓN. POR LA PÉRDIDA DEL REY DON SEBASTIÁN. Voz de dolor y canto de gemido y espíritu de miedo,... | |
 | Mario Méndez Bejarano - 1922 - 492 páginas
...castigado el insolente orgullo del impío; á El se deben también las alabanzas: Bendita, Señor, sea tu grandeza, Que después de los daños padecidos, Después de nuestras culpas y castigo, Rompiste til enemigo De la antigua soberbia la dureza. Adórente, Señor, tas escogidos; Confíese cuanto cerca... | |
 | Félix González Olmedo - 1924 - 464 páginas
...muerte, resonó un himno grandioso de vida y de esperanza. Te Deum laudamos. Bendita, Señor, sea tu grandeza; Que después de los daños padecidos, Después de nuestras culpas y castigos, Rompiste al enemigo De la antigua soberbia la dureza. Adórente, Señor, tus escogidos, Confiese... | |
 | Juan Hurtado y Jiménez de la Serna, Ángel González Palencia - 1926 - 616 páginas
...concede esta victoria. Bendita. Señor, sea tu grandeza; que despues de los daños padecidos, despues de nuestras culpas y castigo, rompiste al enemigo...rebelde, condenada, perezca en bravas llamas abrasada. 136. Por la pérdída del rey don Sebastian. de aquel día fatal, aborrecido, que Lusitania mísera... | |
 | Juan Hurtado y Jiménez de la Serna - 1926 - 614 páginas
...cristiano y por el nombre santo de su gloria, a su España concede esta vicloria. Bendita. Señor, sea tu grandeza; que después de los daños padecidos, después...rebelde, condenada, perezca en bravas llamas abrasada. Por ¡a pérdida del rey don Sebastian. Voz de dolor y canto de gemido y espíritu de miedo, envuelto... | |
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Bendita, Señor, sea tu grandeza; que después de los daños padecidos, después de nuestras culpas y castigo, rompiste al enemigo de la antigua soberbia la dureza. Adórente, Señor, tus escogidos, confiese cuanto cerca el ancho cielo tu nombre, ¡oh... 
